Jueves, 7 de julio de 2011 | Hoy
EL MUNDO › ZARPó UN BARCO FRANCéS RUMBO A LA FRANJA DE GAZA
Mientras el resto de la flotilla que iba a llevar casi tres mil toneladas de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza permanece anclado y bloqueado en Grecia, un barco solitario partió desde Francia.
Un barco francés de la flotilla de militantes propalestinos se dirigía el miércoles lentamente rumbo al territorio palestino con la expectativa cada vez más hipotética de ser alcanzado por las otras naves bloqueadas en Grecia. La nueva flotilla pretende llevar a Gaza casi tres mil toneladas de ayuda humanitaria, medicinas, una ambulancia y cemento, en un intento por romper el bloqueo israelí al territorio en el que vive un millón y medio de palestinos.
Los doce pasajeros del barco francés Dignité Al-Karama, entre ellos Olivier Besancenot, del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) francés, y Nicole Kiil-Nielsen, eurodiputada de Europa-Ecología-Los Verdes (EELV), siguen en contacto con los otros participantes inmovilizados en Grecia. “Estamos muy atentos a todo lo que pueda pasar, en espera de que haya buenas noticias y que las autoridades griegas revisen su posición, cesen de ser los subcontratistas del bloqueo israelí de Gaza y paren de prohibir la libre circulación de los barcos de la flotilla”, afirmó Julien Rivoire, su portavoz a bordo. “Estamos en discusión permanente, informaremos cuando ya no haya ninguna esperanza de que nos alcancen”, agregó Rivoire. “Estamos en aguas internacionales”, dijo sin dar más precisiones “por razones de seguridad”, pero destacando que no han constatado ninguna presencia militar israelí alrededor del barco.
“Por ahora, la voluntad es ir a Gaza. Después, habrá que ver logísticamente lo que es posible”, había declarado antes uno de los organizadores, Thomas Sommer-Houdeville, contactado telefónicamente en Atenas. “La voluntad es ir a Gaza y que la flotilla vaya a Gaza. Por ahora un barco logró romper el bloqueo griego y no perdemos la esperanza de que haya otros”, añadió.
Se refería al barco Juliano, fletado por militantes griegos, suecos y noruegos, que provisionalmente renunció a zarpar y levó ancla en Perama, cerca de Atenas, para ir a otro puerto, al sur de la capital, Palaia Phokia, con el acuerdo de las autoridades. Marie Norden, diputada sueca que debía embarcarse ahí, anunció que decidió regresar a Suecia para no tener “que luchar con los guardacostas griegos”.
Bajo presión de Israel, que amenazó con utilizar la fuerza contra la flotilla, como hizo el año pasado con otra, matando a nueve ciudadanos turcos, las autoridades griegas justificaron su prohibición amparándose en la necesidad de “proteger a los pasajeros”.
Cuatro activistas españoles seguían ocupando de forma “simbólica” la embajada española en Atenas, tras colgar el martes una bandera palestina de uno de los balcones del edificio. Con su gesto, los activistas quieren pedir al gobierno español que presione a Atenas para que autorice la partida de un barco español de la flotilla, el Gernika, anclado en la isla de Creta.
Grupos internacionales propalestinos anunciaron por Internet su intención de desembarcar por centenares en el aeropuerto internacional de Tel Aviv el 8 de julio. Por ese motivo, en Israel, la policía local se desplegó ayer en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv en espera de la llegada de cientos de militantes propalestinos internacionales que prevén llegar mañana para expresar su solidaridad con los palestinos. Unos 600 militantes –entre ellos 300 franceses y delegaciones de Bélgica, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos e Italia– deben participar en la operación “Bienvenido a Palestina”, por invitación de 15 asociaciones palestinas, según los organizadores.
Lubna Masarwa, una de las activistas encargada de la organización, aseguró que la intención “no es provocar” y que el único objetivo es llegar a Belén como parte de una campaña llamada “Bienvenido a Palestina”. También anticipó que visitarán “las ciudades palestinas en Cisjordania y Jerusalén”, pero se apuró en asegurar que “no hay conexión” entre estas actividades y la flotilla humanitaria.
El ministro de Seguridad Pública de Israel, Yitzhak Aharonovitch, advirtió ayer que no dejará ingresar a los activistas propalestinos que anunciaron un viaje a Jerusalén y Belén para apoyar la creación de un Estado palestino, en una campaña aparentemente desligada de la llegada de la segunda flota de barcos con ayuda humanitaria a Gaza.
“En los próximos días se espera que cientos de activistas radicales de toda Europa vengan a Israel para provocar, organizar manifestaciones ilegales y minar nuestra legitimidad en nuestra propia tierra”, afirmó el funcionario. “Como Estado soberano y democrático, no les permitiremos que hagan propaganda, fomenten los disturbios o celebren manifestaciones ilegales, ni en el aeropuerto, ni en ningún sitio más”, enfatizó el ministro, citado por el diario Haaretz. El ministro ordenó a la policía que llevara a cabo los preparativos operativos y de inteligencia necesarios para impedir la llegada del barco, señaló el diario.
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