El presidente venezolano, Hugo Chávez, viajó ayer a Cuba para continuar con el tratamiento por el cáncer que padece. El bolivariano fue autorizado por la Asamblea Nacional, en sesión extraordinaria y por mayoría absoluta, a ausentarse del país para continuar con la segunda fase del tratamiento para la recuperación de su salud. Chávez agradeció a la Asamblea Nacional, que aprobó por unanimidad el permiso que solicitó para viajar a la isla, de acuerdo con lo que estipula la Constitución Bolivariana de Venezuela. La autorización está amparada en la Constitución de Venezuela, que en el artículo 235 afirma que, al prolongarse la ausencia de un mandatario por un lapso superior a cinco días consecutivos, deberá contar con permiso de la Asamblea Nacional.

“Gracias por la autorización, debo salir en las próximas horas y tengo fe en mi plena recuperación”, se mostró confiado. “Les aseguro que cuando retorne de La Habana llegaré mucho mejor de lo que estoy ahorita”, expresó Chávez una vez conocida la decisión parlamentaria.

“Gracias a Dios, a la Virgen del Carmen, a la ciencia médica, a mi familia, mi madre, mis hijas por este apoyo”, agregó el mandatario. Chávez firmó ayer un decreto para delegar algunas funciones de Estado al vicepresidente Elías Jaua, y al ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani.

Jaua quedó a cargo de traspasos de presupuestos de los ministerios, rectificaciones presupuestarias, expropiaciones y adquisiciones forzadas de empresas, las autorizaciones de las cuentas de los ministros, la eliminación y cambios en los entes públicos y la dirección en comisiones presidenciales. Giordani tendrá la función de declarar insuficiencias presupuestarias y las excepciones, cuando sea necesario, del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y del Impuesto Sobre la Renta.

“Voy a delegar. No como quieren algunos sectores de la oposición, que yo entregue el gobierno. Creánme que yo sería el primero que teniendo capacidades disminuidas de ejercer funciones de Estado cumpliría con la Constitución. No ha sido así ni en los peores momentos de mis reposos postoperatorios”, enfatizó Chávez.

Chávez también habilitó una firma electrónica, a través de una tarjeta, que usará para firmar decretos durante su permanencia en Cuba.

“Estando en La Habana, en Moscú, en Washington uno puede firmar. Además blindado de que no haya firmas falsas”, explicó el presidente.

“Sabemos los intereses de algunos sectores que defienden el imperialismo y capitalismo, que pretenden reinstalar aquellos regímenes tiránicos, dictatoriales, contrarios a los intereses del pueblo”, enfatizó el jefe de Estado en relación a los comentarios de los diputados de la oposición durante el debate del Parlamento para autorizar la salida de Chávez a Cuba. “La oposición ha levantado la mano, aprobaron, pero ellos manejan esas tesis de que si existe la ausencia y vacío de poder, no salen de ese mar de contradicciones”, dijo Chávez.

El tratamiento en La Habana incluye la aplicación de quimioterapia a fin de garantizar la recuperación plena tras la operación practicada hace poco más de un mes, en la que al Presidente se le extrajo un tumor con células cancerígenas. El bolivariano dijo que después de la extracción del tumor y tras el análisis de todos los exámenes que se le practicaron, no se detectó ninguna célula maligna, pero para no correr riesgos era necesaria la quimioterapia.

El presidente Chávez refirió que ni durante los procesos postoperatorios en Cuba se alejó de sus funciones de gobierno. Es por ello que, en esta oportunidad, pese a los deseos de la oposición venezolana, continuará ejerciendo sus funciones como jefe de Estado desde La Habana.

Chávez reiteró que en el caso de que no se sintiera en capacidad de desarrollar su labor como presidente de la república sería el primero en reconocerlo, y de esta manera, en cumplimiento de la Constitución, se llevarían a cabo los procedimientos correspondientes.

El presidente reveló ayer que la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, le reiteró el ofrecimiento de un tratamiento médico para tratarle el cáncer en un hospital especializado en su país, donde ella también fue curada de esta enfermedad. “Nicolás (Maduro, el canciller) fue a Brasil, habló con Dilma y ella, que pasó por eso y lo superó, le explicó todo a él y le pidió que fuera a visitar el hospital”, comentó Chávez.