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Al comenzar a escribir estas líneas, hace dos horas que ha muerto Jean Claude Bajeux, gran intelectual haitiano y luchador por los derechos humanos. Perteneció a esa estirpe de lúcidos (y heroicos) intelectuales del Caribe y en especial de la isla de la Española (Haití y Santo Domingo) que soñaron y lucharon por la que Simón Bolívar llamó “repúblicas etéreas”, ese mundo de sueños de represión, sueños de liberación, soñados con los ojos abiertos a partir de lo real: la pesadilla de la dictadura duvalierista que lo forzó al exilio.

En el secreto juego de compensaciones que tuvo el destino de este luchador excepcional, el ostracismo que signó más de veinte años de su vida lo llevó a convertirse en una leyenda para sus estudiantes puertorriqueños.

Cuando la primera elección limpia y honrada llevó a Jean-Bertrand Aristide a la presidencia de la segunda república del continente y una de las más pobres del mundo, fue ministro de Cultura del sacerdote presidente del que luego se alejó.

Hace poco había visitado la sede de la Secretaría Técnica de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) en Haití con Silvie, su mujer, ella también activista de los derechos humanos. La vida le daba una segunda oportunidad. La presencia de Jean Claude Duvalier en territorio haitiano era el desafío que lo llevó a subir en Petion-Ville las escaleras de la oficina de Unasur, no obstante su fragilidad extrema. Allí nos trajo esa obra rara, única en su género, ese estudio y antología de la literatura haitiana en lengua creole, de la que era un riguroso y amante estudioso.

Queda en la retina su dulce indignación ante la vuelta del ex dictador Duvalier a Haití y ante las injusticias históricas que sufre su pueblo. Y también la dignidad del intelectual acostumbrado a cantar “en cosas de fundamento”, cuya capacidad de indignación había por lo visto crecido con los años, en esa edad que para otros es el crepúsculo de la vida y para él fue un esplendor que seguramente no terminará con su partida.

* Embajador de Unasur en Haití.