“A Manolito lo mataron los carabineros”, dijo la familia del estudiante de 16 años Manuel Gutiérrez, que falleció en la madrugada del viernes pasado producto de un disparo en el tórax justo cuando en Chile terminaba con violencia en las calles un paro nacional de dos días. La policía uniformada negó cualquier responsabilidad en el hecho, declinó realizar una investigación interna y pidió –en boca de los superiores– “no especular” respecto del caso. Y si bien todavía no se ha identificado al ejecutor del tiro fatal, ayer el jefe de la Zona Metropolitana de Carabineros, general José Luis Ortega, confirmó que un suboficial de la institución disparó la noche en que el menor falleció en la populosa comuna de Macul, en la zona sur oriente de Santiago. El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, pidió a la jefatura de carabineros la salida del general Sergio Gajardo. Con el correr de las horas se dieron de baja más efectivos: los cabos segundo Patricio Bravo Muñoz y Francisco Vásquez Flores, así como el carabinero William Rodríguez y la subteniente Claudia Iglesias.

El efectivo identificado como Miguel Millacura Cárcamo –con 18 años de servicio– reconoció que había disparado al aire, pero no contra las personas que se manifestaban en el lugar del deceso. En ese sentido, el general Ortega precisó que cerca de las cero hora del pasado viernes el suboficial concurrió por iniciativa propia a prestar ayuda al personal de servicio que operaba en la zona, en las cercanías de un Servicentro. Allí, según el efectivo policial, se percató de que un grupo de personas disparaban contra los carabineros desde el otro costado de la calle, por lo que decidió hacer uso –en dos ocasiones– de su UZI de 9 milímetros.

“Una vez en el lugar y al observar que desde el otro costado disparaban en contra del personal que había requerido apoyo, el suboficial jefe de la patrulla tomó la decisión de hacer uso de su armamento de servicio, una pistola UZI 9 milímetros, en dos ocasiones”, aseguró la autoridad policíaca.

En la declaración, Millacura reconoció que tras efectuar los disparos limpió su arma y cargó dos balas propias para que no fueran echadas de menos en la revisión oficial. Con todo, el general de carabineros insistió en que no están atribuyendo la responsabilidad de la muerte de “Manolito” al policía, situación que deberá establecerse o descartarse a través de los peritajes que realizará la Policía de Investigaciones de Chile (PDI).

“Carabineros no lo está culpando por la muerte del joven Manuel Gutiérrez, sino que es responsable por haber utilizado su arma y no haber dado cuenta y además haber repuesto la munición y limpiado el arma”, señaló el jefe policial.

Conocida la noticia, el abogado de la familia, Washington Lizama, sostuvo que el testimonio de Miguel Millacura es clave para esclarecer la muerte del joven. “Es muy importante como primer paso en el descubrimiento de la verdad”, sostuvo el profesional. “Esto confirma que lo sostenido por la familia no era una imputación o acusación antojadiza”, agregó según consignó a Radio Cooperativa. El abogado añadió que “la versión se ajusta completamente a los testimonios y los antecedentes que nosotros logramos recopilar tanto el jueves en la madrugada como viernes y sábado. Los vecinos y testigos van en una sola dirección: la bala asesina salió de un piquete de carabineros”.

Isaac Gutiérrez, hermano de la víctima, dijo que la familia evalúa presentar acciones legales por el crimen, pues “carabineros debería haber abierto una investigación interna para tratar de esclarecer y demostrar transparencia en cuanto a los hechos”, dijo Isaac.

En esta línea, el ministro de Interior Hinzpeter declaró tajante que “si algún carabinero se alejó de las normas profesionales con que debe actuar, deberá responder con todo el rigor de la ley y a mí no me va a temblar la mano”.

Los dirigentes estudiantiles también han opinado acerca del asesinato. Giorgio Jackson, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, señaló que “para nosotros es muy importante que las responsabilidades sobre la destrucción de esta familia por el asesinato de un niño de 16 años no queden impunes”.

El dirigente dijo además que llamarán a organismos internacionales de derechos humanos para que visiten y estén presentes en las jornadas de movilización futuras.

Por su parte, Camila Vallejo, de la Universidad de Chile, sostuvo que en el diálogo que sostendrán con el presidente Sebastián Piñera en La Moneda emplazarán “cara a cara” al gobierno por la muerte del joven baleado.

A la muerte de Manuel, se sumó ayer la de Mario Parraguez (18), quien el jueves pasado fue herido de bala en la combativa población La Pincoya. La información fue entregada por la alcaldesa de la zona, Carolina Plaza, quien confirmó la muerte del joven de 18 años que fue herido por un balazo, todavía anónimo, mientras se encontraba participando en algunos de los disturbios registrados esa noche que conmovió a Chile.