La izquierda independentista vasca expresó ayer su “pesar” por las víctimas mortales causadas en 40 años de atentados de ETA, un reconocimiento inédito en el que sin embargo denunció también “las estrategias represivas” de España y Francia hacia la organización armada.

“Reconocemos el dolor y el sufrimiento que las múltiples violencias han producido” en el País Vasco, afirmó el ex líder de la antigua Batasuna –brazo político de ETA ilegalizado en 2003– Rufi Etxeberría.

El líder radical vasco leyó ante la prensa en San Sebastián (norte) una declaración firmada por varios partidos y asociaciones vascos, incluidos los componentes de la coalición Amaiur, que logró en las legislativas de noviembre entrar en el Parlamento de Madrid con siete diputados, tras 15 años de ausencia de esa Cámara.

“Mostramos nuestro pesar a los familiares de las víctimas mortales (...) provocadas tanto por la violencia de ETA como por las estrategias represivas y de guerra sucia de los Estados español y francés”, agregó Etxeberría.

Considerada organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, ETA es responsable de la muerte de 829 personas en más de cuatro décadas de atentados por la independencia del País Vasco.

Debilitada por los golpes policiales y presionada por su brazo político, cada vez más distanciado del uso de la violencia, el 20 de octubre anunció el “cese definitivo de su actividad armada”. Posteriormente se declaró dispuesta a negociar una entrega de armas con el gobierno.

Las fuerzas políticas españolas siempre han exigido que ETA y sus representantes políticos reconozcan el daño causado por sus atentados. Los firmantes de la declaración leída en San Sebastián subrayaron por su parte la importancia de considerar “por igual” a todas “las víctimas”, ya sean causadas por los atentados de ETA o por la acción policial.

Los colectivos de víctimas de ETA no tardaron en expresar su rechazo a esta declaración, que la asociación Dignidad y Justicia tildó de “falso reconocimiento”.

Reprocharon a los independentistas el no haber pedido perdón y los acusaron de intentar propiciar así la apertura de una negociación con el nuevo gobierno conservador sobre la situación de los cerca de 700 etarras presos.

El portavoz del partido Unión, Progreso y Democracia, Gorka Maneiro, llamó a no “mezclar unas víctimas con otras”.

El secretario de organización del Partido Socialista, Marcelino Iglesias, consideró que los independentistas vascos “van en la buena dirección” pero “todavía tienen que avanzar más”. La histórica decisión de ETA de renunciar a la lucha armada abrió las puestas este año para el surgimiento del independentismo vasco como una fuerza legítima que tuvo una muy buena actuación en las elecciones generales del mes pasado.