De vuelta en su Santa Fe natal, el flamante presidente del radicalismo, Mario Barletta, ya se prepara para arrancar la semana con una serie de reuniones con los jefes de los bloques parlamentarios y comenzar a armar sus equipos de trabajo en Capital Federal. En diálogo con Página/12, el ex intendente reconoció que deberá trabajar fuertemente para lograr una “cohesión” interna y adelantó que no es tiempo de establecer alianzas con otras fuerzas. “No voy a negar que es una alternativa el encuentro de varias fuerzas políticas, pero el radicalismo tiene que tener una etapa previa para reunirse en sí mismo”, aseguró.

–¿Cuáles van a ser sus primeras medidas como presidente de la UCR?

–La próxima semana ya vamos a estar trabajando en generar estrategias para la modernización, profesionalización y análisis de estructuras partidarias para producir los cambios al interior del partido. Vamos a empezar la tarea de representar de nuevo los intereses de la sociedad. La semana que pasó y la que entra tiene un alto nivel de tratamiento de temas en el Congreso, así que nos reuniremos con los presidentes de los bloques parlamentarios y con otros actores para buscar consenso en las posturas del partido. Por último hay que tratar de delinear temas que deben ser abordados en la agenda política y que este Gobierno no lo está haciendo.

–¿Cuáles serían esos temas?

–Bueno, un tema que yo siempre menciono, porque me obsesiona, es evitar el deterioro de la educación. Se le puede reconocer al Gobierno un nivel de mayor escolarización, pero eso no quiere decir que estén adquiriendo el conocimiento que tienen que adquirir. Hay una necesidad imperiosa de generar niveles de equidad en el acceso a la educación. Esa es la base de la conformación de una sociedad más justa. Hay otro gran tema, que es la reindustrialización de base tecnológica. No se están aprovechando las capacidades científicas y tecnólogicas que tiene el país. Para lograr que seamos nosotros los que generemos insumos que estamos importando y generar valor agregado.

–Teniendo en cuenta la experiencia del Grupo A, ¿cómo debería plantearse el radicalismo en el Congreso en los próximos dos años?

–Una fuerza opositora tiene que asumir la responsabilidad de la firmeza en cuanto a defender sus propias convicciones. No creo en aquellos que dicen que todo está mal, ni en aquellos que quieren explicar lo inexplicable. Pero me preocupa la actitud del oficialismo, la prepotencia en virtud de una mayoría circunstancial. Yo le diría a la Presidenta que es importante escuchar a las otras fuerzas políticas, no sólo en el Parlamento, sino a sus autoridades partidarias para ir pensando en construir una Argentina entre todos.

–¿Qué lectura hace de la derrota del radicalismo en 2011?

–Es un error pensar los problemas que tenemos por un resultado electoral. Eso es lo que se vio en la Convención, es equivocado pensar que encontrando culpables, pidiendo que se vayan o modificando la Carta Orgánica, el partido resuelve sus problemas y de golpe y porrazo todo está bien. Hay distintos niveles de responsabilidad, pero el análisis tiene que ser más profundo. Cuando va finalizando el mandato de Raúl Alfonsín, el radicalismo ya no estuvo a la altura de las circunstancias. En los ’90 encontró una buena estrategia electoral, pero no estaba preparado para enfrentar una crisis tan profunda como la que vivió el país. Y luego le resultó difícil recuperarse porque no se hizo todo lo que había que hacer.

–¿Tienen que volver a establecer un vínculo con el socialismo?

–El diálogo tiene que estar abierto de manera permanente con todas las fuerzas políticas de la oposición y el oficialismo. La UCR tiene una actitud frentista, yo tengo la experiencia de Santa Fe, que ha sido exitosa. No voy a negar que es una alternativa el encuentro de varias fuerzas políticas. Pero el radicalismo tiene que tener una etapa previa para reunirse en sí mismo. Si bien hubo un fuerte consenso en las elecciones del día de ayer, no quiere decir que no haya que trabajar y bastante en profundizar esa cohesión interna. Eso no quiere decir ensimismarse ni amurallarse.

–Ricardo Alfonsín planteó ayer que había sectores que quisieron un acuerdo con el PRO y el PJ disidente. ¿Cree que el radicalismo tiene que ir hacia un acuerdo amplio?

–Hay diferentes opiniones dentro el partido, por eso necesitamos un fuerte debate interno. Hay que tratar de llegar a un acuerdo, que no tiene que estar alejado de los principios básicos de un partido que ha luchado por los derechos de los individuos.