EL MUNDO › AYER FUE LA PRIMERA ENTRADA DE TANQUES ESTADOUNIDENSES EN LA CAPITAL IRAQUI
Empezó la fase de tierra y sangre en Bagdad
Cuarenta tanques y vehículos blindados ingresaron ayer a un suburbio de Bagdad, y los iraquíes respondieron a la incursión lanzando sus vehículos contra ellos. EE.UU. dijo que hubo 1000 muertos. Luego, los tanques se replegaron, y EE.UU. dijo que ésta era una advertencia, rumbo a la fase más sangrienta de la guerra.
Fue como si una columna de 40 tanques y vehículos blindados de una hipotética fuerza invasora de nuestro país saliera del aeropuerto internacional de Ezeiza, llegaran casi a la altura de la General Paz, produjeran enfrentamientos en las calles del barrio que está junto al Mercado Central y luego pegaran la vuelta. Eso es lo que se vivió ayer en Bagdad: la columna avanzando por la autopista 8, la principal vía de entrada a la ciudad por el este siguiendo al río Tigris, hasta la zona de Qadisiya, suburbio de Bagdad. Algunas versiones hablan de que llegaron a apenas dos kilómetros del complejo presidencial que fue tan bombardeado en estas dos semanas de guerra, y otras de que fue tomado el cuartel general de la División Medina de la Guardia Republicana. Según versiones norteamericanas e independientes, los iraquíes respondieron a la incursión de varias maneras, sin que pudieran hacer un daño importante. Estados Unidos habló de 1000 iraquíes muertos, la Cruz Roja anotó cientos de heridos en los hospitales y los corresponsales independientes vieron pilas de cadáveres en camiones militares esperando ser transportados al centro de la ciudad. Ha comenzado la toma de Bagdad, la fase más sangrienta de la guerra.
Con el control del aeropuerto internacional Saddam Hussein, que está a 20 kilómetros de Bagdad, la acción de fuerzas especiales calibrando la resistencia potencial de la ciudad y los bombardeos incesantes durante la noche, Estados Unidos y Gran Bretaña desplegaron los tanques en forma simbólica para demostrar que están entrando en la capital de Irak. Los iraquíes también llevaron a cabo acciones “simbólicas”: mientras negaban que Estados Unidos controlara siquiera el aeropuerto, Saddam Hussein volvió a hacer una aparición por televisión. Del lado estadounidense, se habló sin vueltas: “Realmente el mensaje es, en algún sentido, dejar en claro el hecho de que las tropas de la coalición están de hecho en los alrededores de Bagdad, que tienen de hecho la capacidad de entrar en la ciudad, en cualquier lugar que elijamos, y que lo podemos hacer a plena luz del día. Queremos demostrar al liderazgo iraquí que no tienen el control de la situación tal como sigue diciendo la televisión de Bagdad”, explicó el general de la Fuerza Aérea Victor Renuart Jr., vocero del Comando Central (Centcom) de las fuerzas anglonorteamericanas en Qatar. Sin embargo, el capitán Frank Thorp, también del Centcom, dijo casi lo contrario: “No era una simple patrulla, sino una parte del Quinto Cuerpo que avanza sobre la ciudad”.
Según Renuart, el avance enfrentó bolsones de “fuerte resistencia” por parte de la Guardia Republicana y la Guardia Republicana Especial, las dos fuerzas de élite de Saddam Hussein que combatieron en los últimos días a medida de que las tropas invasoras se acercaban a la capital y de las que más se teme que puedan organizar feroces combates de defensa. La resistencia consistió en granadas lanzadas con morteros, ametralladoras montadas en camiones civiles y fuego directo con cañones antiaéreos de 23 y 57 milímetros. “En algunas áreas hemos podido ver iraquíes saludando nuestra llegada”, explicó el vocero. “El ejército iraquí como defensa organizada con amplias formaciones de combate ya no existe realmente”, especificó el comandante de la ofensiva aérea sobre Irak, teniente general Michael Moseley.
De acuerdo con corresponsales independientes, Irak dispuso varias líneas de defensa, cada una de ellas más fuerte a medida que se acercaba al casco urbano de Bagdad. La defensa más avanzada incluyó baterías de misiles antiaéreos Sam 6 y lanzaderas de cohetes Katyusha. Más atrás, carros blindados y tanques soviéticos T-72, los más viejos del ejército iraquí. Llegando a Qasidiya (una de las primeras zonas residenciales donde cayeron bombas norteamericanas), se desplegaron tanques T-82, los más modernos de los que dispone Irak, y más carros blindados alrededor de la Jordan Square, la Plaza Jordana, además de policías con Kalashnikov apostados en edificios, apuntando desde las ventanas. Los combates feroces no llegaron a Qasidiya, pero a lo largo del avance se vio que las defensas antiaéreas no pudieron evitar que los helicópteros de ataque Apache que respaldaban el avance norteamericano dieran sobre varios T-72, que quedaron destruidos. A su vez, la caída de los T-72 facilitaron el avance de las tropas, que a partir de allí fueron atacadas apenas con granadas de morteros y ametralladoras. Los norteamericanos detuvieron la ofensiva en las cercanías de Qasidiya antes de que se convirtiera en un combate urbano. El resultado: densas humaredas, vehículos destrozados por todas partes, pilas de muertos, hospitales abarrotados de heridos graves y la sensación de que Bagdad ya está sufriendo el ataque por tierra.
Según el Centcom, el asalto duro a la capital iraquí es cuestión de horas. El Tercer Cuerpo de Infantería ya tiene asegurado el control de la unión de las autopistas 1 y 8 en el sur de Bagdad y de allí hacia adelante. La División 101 Aerotransportada está terminado de acondicionar el aeropuerto para preparar la llegada de más tropas y provisiones. Ambas, que conforman el V Cuerpo de Ejército, lideraron la demostración de fuerzas de ayer. Los marines enfrentaron tropas “descoordinadas”, según Moseley, y avanzan sin problemas. En una Bagdad nuevamente bombardeada por la noche y recorrida por algunas fuerzas especiales angloamericanas, hoy comienza la parte más incierta de esta guerra. Que será, ciertamente, la más sangrienta.