Sábado, 24 de marzo de 2012 | Hoy
EL MUNDO › TODO FUE FILMADO, PERO LA POLICIA NO HIZO NINGUN ARRESTO
Por Catrina Stewart *
Desde Jerusalén
Envalentonados por una victoria en condición de local, hinchas israelíes judíos del club de fútbol Beitar Jerusalem arrasaron un shopping cercano después del partido, atacando a trabajadores y clientes árabes. El hecho, ocurrido este lunes, pero difundido recién ayer, constituye uno de los peores escándalos raciales que se hayan visto en esta ciudad en los últimos años.
El episodio fue capturado por el circuito cerrado de televisión del Malha Mall, pero la policía de Israel no efectuó ningún arresto. El incidente no fue cubierto por los medios hasta ayer, lo que generó una ola de rechazo en la blogósfera israelí.
Estos ataques son la culminación de un largo prontuario de comportamiento violento y antiárabe por parte de los hinchas ultranacionalistas del Beitar. Este equipo está identificado con el partido de derecha Likud, del primer ministro Benjamin Netanyahu. Hasta ahora, los intentos por parte de la Asociación Israelí de Fútbol de poner freno a los hinchas del Beitar fueron infructuosos. El incidente comenzó luego del partido en el Teddy Stadium de Jerusalén, donde el Beitar le ganó al Bnei Yehuda de Tel Aviv, logrando que el alguna vez exitoso equipo se salvara del descenso. Cientos de hinchas, la mayoría adolescentes, bajaron hasta el concurrido Malha Mall al grito de “Muerte a los árabes”.
Cuando un grupo de hinchas comenzó a molestar y escupir sobre una mujer palestina que cenaba con sus hijos en el patio de comidas, el personal de limpieza árabe acudió en su defensa y se enfrentaron con los hinchas. Pero minutos después, los judíos volvieron y comenzaron a atacar al personal árabe. “Los agarraron y les dieron una paliza”, dijo Yair, el dueño de una panadería del centro comercial. “Empujaron a algunas personas contra los vidrios de los locales. Al muchacho que limpia lo atacaron entre 20.” La pelea podría haber terminado con algún muerto, si no hubiera sido porque el personal del patio de comidas no respondió a las provocaciones de los hinchas a pelear con palos y armas blancas. Sólo cuando la policía llegó, 40 minutos después, al lugar, la situación se controló.
“Estoy aquí desde hace muchos años y nunca vi algo semejante”, dijo el director del shopping, Gideon Avrahami. “Fue un incidente desgraciado, racista y chocante. Simplemente terrible”, afirmó.
La policía se justificó por no arrestar a nadie con la patética excusa de que no había recibido quejas de nadie que estuviera allí. Las declaraciones provocaron una furia inmediata en las redes sociales. “¿Esto significa que los desmanes contra árabes en los shoppings son un comportamiento aceptable en Israel?”, twitteó el blogger israelí Joseph Dana. El vocero de la policía, Shmulik Ben Rubi, le dijo a The Independent que la fuerza investigaría el incidente, lo que llevaría a efectuar arrestos. Sin embargo, muchos creen que los desmanes ocurridos en el centro comercial son parte de una maleza más grande en la sociedad israelí, en un país donde la minoría árabe del 20 por ciento es habitualmente discriminada con impunidad. Beitar, el equipo más abiertamente racista del país, tiene una política implícita de no contratar jugadores israelíes árabes, en parte por los reproches que la comisión directiva recibiría de sus ultras.
El mal comportamiento es endémico en las gradas, desde donde los hinchas acosan constantemente a los jugadores árabes o negros de los equipos contrarios. La FA de Israel intentó sancionar al equipo por el comportamiento de sus hinchas quitándole puntos al Beitar y haciendo jugar al equipo con la cancha vacía. Algunos criticaron estas decisiones por no penalizar individualmente a quienes cometen esos actos racistas.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Juan Nicenboim.
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