Sábado, 24 de marzo de 2012 | Hoy
EL PAíS › EL FISCAL RIMOLO ENCABEZO UN OPERATIVO EN BUSCA DE DOCUMENTACION SOBRE EL FONDO THE OLD FUND
La planta de la hoy Compañía de Valores Sudamericana se encuentra en Don Torcuato. El fiscal busca determinar quiénes son los inversionistas y si tienen alguna relación con el vicepresidente Amado Boudou.
Por Raúl Kollmann e
Irina Hauser
El fiscal Carlos Rívolo encabezó ayer un allanamiento a la planta de la ex Ciccone Calcográfica, hoy Compañía de Valores Sudamericana (CVS), en Don Torcuato. También se emitió una orden de presentación al Banco Provincia para que remita el expediente crediticio de la ex Ciccone. La búsqueda apunta a encontrar documentación sobre The Old Fund, el fondo de inversiones que se quedó con Ciccone y también Dusbel SA, una de las tantas sociedades uruguayas constituidas en Montevideo. Rívolo trata de determinar si los nuevos dueños de Ciccone son conocidos o amigos de Amado Boudou y si por eso fueron favorecidos. La versión de la familia Ciccone es que son ellos los dueños de The Old Fund en un 70 por ciento, aunque no queda claro quién es propietario del otro 30 por ciento. Lo que parece nítido es que hubo una política oficial para sacar de la quiebra a Ciccone y, sobre todo, evitar que esa imprenta –de las más sofisticadas del país– quede en manos de Boldt SA, otra imprenta de gran porte, a la que se vincula con el duhaldismo.
El allanamiento en la planta de Don Torcuato se hizo a pedido del fiscal y con una orden firmada por el juez Daniel Rafecas. La idea fue llevarse papeles de trabajo, actas y todo tipo de documentación relacionados con The Old Fund, un fondo que está en manos, por mitades, de una sociedad holandesa radicada en la Argentina y una sociedad uruguaya.
Quienes acusan al vicepresidente Boudou, afirman que él está detrás de The Old Fund y se basan especialmente en los dichos de Laura Muñoz, ex esposa de Alejandro Vandenbroele, actual director de la ex Ciccone. La mujer afirma que Vandenbroele es testaferro de Boudou, aunque no tiene evidencia para aportar respecto de Ciccone, porque la separación entre ella y el ejecutivo se produjo en 2009. El levantamiento de la quiebra de Ci-ccone recién se puso en marcha a mediados de 2010.
Boudou afirmó públicamente que no conoce a Vandenbroele y Vandenbroele sostuvo lo mismo en una solicitada. De manera que lo que busca Rívolo son pruebas de que esa relación existe o que The Old Fund es propiedad de alguna persona vinculada con Boudou. Lo que se investiga es el delito de negociaciones incompatibles con la función pública, lo que requiere justamente que se pruebe algún vínculo del vicepresidente o alguno de sus amigos más cercanos con la ex Ciccone. Según el yerno de Héctor Ciccone, Guillermo Reinwick, Boudou no está vinculado con la empresa y The Old Fund es propiedad de su familia en un 70 por ciento. Los que acusan a Boudou dicen lo contrario: que allegados al vicepresidente, en especial José María Núñez Carmona, están detrás de Reinwick. Al menos por ahora, no aparecieron evidencias de esta última hipótesis. Falta saber también quién es propietario del 30 por ciento restante de las acciones.
En forma paralela, en el expediente se investiga a Vandenbroele por lavado de dinero. Es que el actual director de CVS hizo un supuesto aporte de unos 500.000 pesos para levantar la quiebra de Ciccone y, según los acusadores, desde el punto de vista de los bienes declarados, no tendría capacidad económica para disponer de esa cifra. Vandenbroele ha dicho que él no es accionista de The Old Fund y que no puso ese dinero. La familia Ciccone sostiene que a Vandenbroele lo pusieron ellos y que ya trabajó para la empresa en 2004. De todas maneras, Rívolo busca el origen de ese dinero.
La orden de presentación para que el Banco Provincia remita el expediente crediticio de la ex Ciccone apunta a determinar sobre qué bases el Provincia se sumó al pedido de levantamiento de la quiebra de la imprenta. La voz cantante fue de la AFIP, que pidió la quiebra en julio de 2010 y al mes siguiente el levantamiento, básicamente porque la ex Ciccone presentó un plan de pagos de la deuda. Rívolo y Rafecas quieren ver en el expediente crediticio por qué el Provincia se sumó.
Desde el punto de vista del Estado, el primer paso lo dio la Comisión de Defensa de la Competencia, que se opuso a una determinación tomada por el juez de la quiebra de alquilar Ciccone a la empresa competidora, Boldt, supuestamente vinculada con el duhaldismo. En época de Duhalde, Boldt obtuvo el casino de Tigre, la administración de los de Mar del Plata y Miramar y, sobre todo, se le permitió poner máquinas tragamonedas en los bingos bonaerenses, un negocio fabuloso. Tras Defensa de la Competencia, la ofensiva pasó a manos de la Secretaría de Comercio, que impuso sanciones a Boldt por “abuso de posición dominante” al quedarse con Ciccone. Luego la AFIP pidió el levantamiento de la quiebra, hubo un dictamen favorable de Economía y The Old Fund habría aportado el dinero. En esa sintonía, el levantamiento de la quiebra apuntó a que Boldt no se quedara con Ciccone.
El corazón de la polémica es que la oposición sostiene que la ex Ciccone es de Boudou o alguno de sus amigos y por eso se favoreció la salida de la quiebra. El oficialismo, en cambio, dice que Boudou no tiene nada que ver con la propiedad de Ciccone y que todas las movidas estatales fueron para evitar que Boldt se quedara con la imprenta. Ese es el trasfondo del expediente que instruye Rívolo.
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