De paseo por un jardín soleado en La Habana, el presidente de Venezuela se mostró vital junto a un puñado de colaboradores y familiares, lanzando bochas y caminando a paso firme en imágenes difundidas por la estatal VTV. Hugo Chávez se encuentra en la capital cubana recibiendo un tratamiento de radioterapia por el cáncer que lo aqueja desde 2011.

El presidente destacó que avanza su restablecimiento mirando al futuro de la patria nueva y afirmó que está redoblando la marcha y peleando para vivir cada día más y seguir dándole vida a la revolución. “Es como un pacto con Dios: estoy seguro de que él meterá su mano para que este tratamiento, que estoy siguiendo rigurosamente, tenga supremo éxito”, señaló el mandatario en un video de 14 minutos grabado ayer en Cuba y transmitido por cadena nacional de radio y televisión.

Chávez cuestionó a quienes esparcen rumores y tienen malos deseos para con su salud y advirtió que uno de los problemas del mundo es que Estados Unidos quiere gobernarlo. Las fotos difundidas ayer y estas declaraciones parecen apuntar a contrarrestar las versiones sobre un eventual empeoramiento de su estado, que el oficialismo atribuye a una campaña de la oposición. “Los que empiezan a lanzar rumores será que creen que estoy aquí comiendo mantequilla. No. Estamos en un tratamiento de radioterapia. No vamos a caer en provocaciones. A palabras necias, oídos sordos. Seguimos en el tratamiento, enfrentando las dificultades”, dijo el jefe de Estado. En las imágenes, el mandatario aparece acompañado por su hermano Adán Chávez, el canciller Nicolás Maduro, y el ministro Jorge Arreza, con quienes sostuvo varias reuniones de trabajo y, por parte de su familia, su hija Rosa Virginia y su nieto.

Anoche la estatal VTV había difundido varias imágenes de Chávez tomadas por la tarde, mientras se ejercitaba y paseaba con miembros de su familia. Un rato antes, el presidente había hablado por teléfono en una reunión del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Alguna de las fotos tomadas por Estudios Revolución, de La Habana, mostraron al líder bolivariano jugando a las bolas criollas, una suerte de juego de bochas, junto a Adán, gobernador del estado venezolano de Barinas.

El propio Chávez, que anunció que retornará al país mañana, denunció una guerra sucia destinada a instalar en la opinión pública que su estado de salud había empeorado, campaña que atribuyó al “majunchismo”, como llama a la oposición reunida en la Mesa de Unidad Democrática (MUD). Chávez lleva diez días de estadía en La Habana, tratándose con radioterapia de una recidiva del cáncer que se le detectó a mediados del año pasado en la zona inguinal, en los que sólo se comunicó con la población a través de su cuenta de Twitter.

El mandatario, de 57 años, buscará la reelección en los comicios del 7 de octubre, y su adversario de la Mesa de la Unidad Democrática, Henrique Capriles Radonski, lo acusó de “gobernar por Twitter”. Sobre esas elecciones, Chávez reivindicó especialmente que no hay “en este planeta un sistema electoral tan transparente y tan eficaz, tan bueno” como el venezolano, y desafió a que “si alguien tiene prueba de lo contrario, que la saque”.

“¿Cómo va a venir (Barack) Obama a decir que espera que haya elecciones transparentes en Venezuela? Nosotros esperamos que en Estados Unidos haya elecciones transparentes y ojalá votaran allá directamente los pueblos”, manifestó. Reclamó luego que democraticen a ese país y dejen la represión. “Felicitamos al CNE y a su presidenta Tibisay Lucena por el fuerte trabajo que están realizando para garantizar la transparencia que siempre los caracteriza”, dijo el mandatario. En julio y agosto próximo habrá dos grandes simulacros de votación. Lucena, por su parte, respondió a Obama, quien declaró en la víspera de la VI Cumbre de las Américas que quería ver en Venezuela elecciones libres y justas en las que se respete la voluntad del pueblo. “¿Qué pasó con aquellas famosas elecciones del año 2000?”, en clara alusión a la contienda donde resultó electo George W. Bush, tras un recuento de votos manual y plagado de acusaciones que se extendió por dos meses.