EL MUNDO › EE.UU. ADVIRTIO A COREA DEL NORTE POR SU PROGRAMA NUCLEAR
El núcleo de todas las amenazas
Tras las reuniones entre Washington, Pyongyang y China, EE.UU. condicionó la inserción internacional de Corea del Norte.
Estados Unidos hizo claras ayer cuáles son las condiciones para que Corea del Norte se reinserte en la comunidad internacional: el desmantelamiento de su programa nuclear y la aceptación de un formato de negociaciones que incluya a Corea del Sur y Japón. Es decir: la vía diplomática sigue en pie por el momento en la posición de Estados Unidos respecto de la crisis nuclear con Corea del Norte. Durante las conversaciones de tres días en Pekín –que no se sabía si continuaban ayer, luego de que Pyongyang confirmara poseer armas nucleares–, “dejamos claro la necesidad e importancia de desnuclearizar la península de Corea”, dijo ayer Ari Fleischer, portavoz de la Casa Blanca. Fleischer minimizó la importancia de la revelación norcoreana sobre sus armas. Por su parte, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld, representante de la posición más dura, opinó que las conversaciones no sirvieron para avanzar, pero que dejaba en manos de la Casa Blanca y el Departamento de Estado, o sea, en la diplomacia, el asunto norcoreano.
Estados Unidos, Corea del Norte y China pusieron ayer fin, sin llegar a acuerdos, a una primera reunión de negociaciones encaminada a resolver la crisis desatada en octubre pasado por la reactivación del programa nuclear norcoreano. A pesar de que las partes mantuvieron sus posiciones encontradas, el canciller de China, Li Zhaoxing, habló de un “buen comienzo”, según informó la agencia de noticias oficial Xinhua. El ministro chino aseguró que el intercambio de los diferentes puntos de vista había permitido mejorar el entendimiento mutuo. La embajada de Estados Unidos en Pekín informó que ayer se produjo un encuentro informal breve, tripartito, entre el secretario de Estado adjunto y representante de Estados Unidos en las conversaciones, James Kelly, y funcionarios chinos y norcoreanos. La agencia estatal de noticias norcoreana señaló que Pyongyang presentó una propuesta “completamente nueva” para cerrar el diferendo nuclear, pero que no tuvo eco. “En las conversaciones, Corea del Norte puso sobre la mesa una propuesta totalmente nueva para eliminar las preocupaciones bilaterales sobre el tema nuclear en la península norcoreana.”
La declaración acusa a Estados Unidos de ser inflexible en las conversaciones, asegurando que los funcionarios de Washington se limitaron a reiterar las demandas presentadas con anterioridad a Pyongyang para que elimine su programa nuclear, pero sin presentar nuevas propuestas. Medios gubernamentales en Washington habían afirmado el jueves que la delegación norcoreana había admitido durante las conversaciones celebradas en Pekín que el país comunista posee armas nucleares, confirmando así las reiteradas acusaciones lanzadas contra Pyongyang por la administración Bush. El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, y el jefe de la diplomacia japonesa, Yoriko Kawaguchi, se comprometieron ayer a trabajar contra la posesión de armas nucleares por parte de Corea del Norte, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores japonés. Corea del Sur y Japón reclaman una participación en las conversaciones internacionales sobre el programa nuclear norcoreano, pero en un principio el régimen de Pyongyang sólo quería hablar con Estados Unidos, aunque más tarde aceptó la participación de China.
El portavoz de la Casa Blanca, Fleischer, destacó que, en cualquier caso, los contactos de Pekín “fueron útiles”, porque sirvieron a Estados Unidos para “expresar directamente a los norcoreanos nuestra posición de que debe desmantelar de manera irrevocable su programa de armas nucleares”. Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, subrayó que “no va a haber retribuciones a cambio de que Corea del Norte se deshaga de un programa nuclear que nunca debió existir”. Washington insiste en que Pyongyang debe renunciar a las armas atómicas si quiere que Estados Unidos reanude la ayuda energética, alimentaria y económica que suspendió a finales del año pasado, cuando supo que Corea del Norte había reactivado su programa nuclear. Menos optimista se mostró el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, quien consideró que la cita de Pekín no ha avanzado nada. El jefe del Pentágono subrayó que Washington sigue por la “senda diplomática” para tratar de buscar una solución a la crisis. Según el secretario de Defensa, “el presidente (George W. Bush) y el secretario (de Estado, Colin) Powell están trabajando en este asunto y la esperanza es que pueda ser resuelto diplomáticamente”. Preguntado sobre si está abierta la opción militar para obligar a Corea del Norte a detener su programa nuclear, Rumsfeld contestó que “no voy a hablar de este asunto más allá de lo que ya he dicho y lo dejaré en manos del presidente y del secretario de Estado”.