La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro italiano, Mario Monti, volverán a reunirse hoy tras el decisivo Consejo Europeo de Bruselas de la semana pasada, para mantener una cumbre bilateral en Roma. Monti será el anfitrión de Merkel por tercera vez en la capital italiana, luego de la reunión que ambos mantuvieron en marzo y la cumbre del 22 de junio de los líderes de las primeras cuatro economías de la Zona Euro, en la que también participaron el presidente de Francia, François Hollande, y el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy. La reunión entre Monti y Merkel –en la que se prevé que participen ministros de ambos gobiernos–se celebrará en la Villa Madama de Roma, el mismo escenario donde tuviera lugar la cumbre con Hollande y Rajoy. Está previsto que la canciller alemana y el primer ministro italiano aborden asuntos bilaterales, aunque la ocasión servirá también para analizar el punto en el que se encuentran los avances logrados en el último Consejo Europeo, de cara a la reunión del Eurogrupo prevista para el 9 de julio.

Monti y Merkel volverán a verse después de que el primer ministro italiano saliera de la cumbre de Bruselas habiendo conseguido compromisos en torno de la inyección directa de capital en la banca, que pedía España, y la compra de deuda soberana de países en apuros por parte de los fondos de rescate europeos, impulsada sobre todo por Italia. Sobre la cumbre bilateral ítalo-alemana sobrevolará, además, el hecho de que recientemente Finlandia haya expresado su disposición a bloquear el uso de los fondos de rescate europeos para comprar deuda soberana en el mercado secundario, iniciativa a la que Holanda también se muestra reacia.

Esa medida era la principal apuesta que Monti llevó al Consejo Europeo de Bruselas, en una especie de prueba de fuego de cara a los partidos políticos que apoyan a su Ejecutivo tecnócrata, sobre todo el del ex primer ministro Silvio Berlusconi, que le exige resultados concretos para aliviar la situación de Italia en los mercados. Durante una comparecencia en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, instó a todos los socios comunitarios a que respeten las decisiones de la cumbre de Bruselas, donde se acordó además el plan de 120.000 millones de euros por el crecimiento económico concebido en la cumbre de Monti, Hollande, Merkel y Rajoy de Roma.

“Todos los Estados miembros tienen que adoptar sus propias responsabilidades, sobre todo cuando se habla de la puesta en práctica de las decisiones adoptadas por unanimidad”, insistió Van Rompuy, sin citar expresamente a Finlandia y Holanda.