EL MUNDO › REAPARECE EL LIDER SIRIO MIENTRAS RUSIA Y CHINA VETAN SANCIONES

Assad se muestra en la tele

Mientras fracasó la resolución en la ONU, el panorama en la capital de Siria, escenario de combates violentos desde hace cinco días, se vio caracterizado por el éxodo de cientos de personas que huyeron de los bombardeos.

Mientras se incrementa el éxodo de los sirios por los bombardeos y los combates, el presidente, Bashar al Assad, apareció ayer por primera vez desde el atentado del miércoles. En Nueva York, Rusia y China, aliados de Damasco, vetaron una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre la crisis de Siria.

Con el objetivo de acallar los rumores, la televisión estatal siria difundió ayer las primeras imágenes del presidente Bashar al Assad. El paradero del mandatario, su mujer y sus tres hijos se desconocía desde el ataque con bomba del miércoles –el mayor golpe sufrido por su gobierno en 16 meses de revuelta popular– durante una reunión del gabinete de crisis en Damasco, en el que murieron funcionarios de alto rango, entre ellos el ministro de Defensa, Daud Rajha, y el viceministro, Asef Shawkat, cuñado de Al Assad.

Aunque el mandatario no suele aparecer en público con frecuencia, su ausencia fue notable luego del golpe a su círculo íntimo, que coincidió con fuertes combates en Damasco. La televisión estatal mostró breves imágenes cuando el presidente asistía a la ceremonia de jura de su nuevo ministro de Defensa, general Fahad Yassim al Freij. Las imágenes lo mostraron vestido con un traje azul y corbata y parado frente al nuevo ministro de Defensa, los dos separados por una larga mesa. Fue este medio el que dijo que Al Assad expresó sus buenos deseos al nuevo titular de Defensa, pero no explicó dónde se llevó a cabo la ceremonia, informó la cadena de noticias CNN.

En tanto, China y Rusia vetaron por tercera vez una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, auspiciada por los países occidentales, sobre la crisis siria que contemplaba imponer sanciones y acciones contra Damasco, incluyendo una intervención militar externa, si no retiraba tropas y armas pesadas de zonas pobladas en el plazo de diez días. Ambos países argumentaron que se opusieron a la medida porque, una vez más, echaba la culpa exclusivamente al gobierno de Al Assad, no decía nada sobre una oposición cada vez más militarizada y radicalizada y, además, abría la puerta al uso de la fuerza externa para forzar un término del conflicto.

La votación, que terminó con 11 votos a favor, dos en contra y dos abstenciones, dejó en el limbo el futuro de la misión de los 300 observadores desarmados enviados por la ONU a Siria, cuyo mandato expira hoy. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, recordó a la comunidad internacional que debe proteger al pueblo sirio ante el fracaso de su gobierno y lamentó que el Consejo fuera incapaz de responder “al rápido deterioro” de la situación en Siria. “El momento es grave. La comunidad internacional tiene una responsabilidad colectiva con el pueblo sirio”, dijo.

Ban Ki-moon acusó al gobierno de Assad de haber fracasado manifiestamente a la hora de proteger a su pueblo en los meses de crisis. En este contexto, la ONU anunció ayer el envío a Damasco de Babacar Gaye, su principal asesor militar, en sustitución del general noruego, Robert Mood, que abandona la dirección de la Misión de Observación del organismo en Siria (Unsmis). Así lo informó el subsecretario general de la ONU, Jan Eliasson, en una conferencia de prensa en la sede central del organismo. “Se están tomando las medidas necesarias para garantizar que se puede seguir vigilando la situación”, manifestó. Eliasson señaló que también se trasladará en los próximos días el subsecretario general para Operaciones de Paz de la ONU, el francés Hervé Ladsous.

Durante la jornada, el panorama en la capital de Siria, escenario de combates violentos desde hace cinco días, se vio caracterizado por el éxodo de cientos de personas que huyeron de los tiroteos y bombardeos. Más de 6200 sirios cruzaron ayer la frontera con el Líbano. La mayoría de estos refugiados se concentraron en el norte del país, en la zona de Wadi Jaled, donde se han producido incursiones del ejército sirio y varias muertes por disparos efectuados desde el lado sirio de la frontera.

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) informó de que más de 100 mil sirios se han refugiado en los países vecinos desde marzo de 2011. Al mismo tiempo, los rebeldes comenzaron a controlar las fronteras del país, en un paso decisivo en la rebelión, que el miércoles marcó un hito al lograr perpetrar el atentado en Damasco que causó la muerte de los altos funcionarios.

Así fue que el Ejército Libre Sirio (ELS) logró controlar ayer todos los puestos fronterizos con Irak de la provincia de Al Anbar, la que comparte una mayor frontera con Siria, que se suman a otros dos lugares limítrofes con Turquía. Por su parte, el ejército sirio intensificó sus operaciones, entrando por primera vez a un barrio de Damasco, Qabun (este). Activistas opositores dijeron que el ejército atacó a insurgentes con tanques, helicópteros y morteros en Damasco y los alrededores de la capital, muchos de cuyos barrios estaban prácticamente paralizados por la violencia, mientras familias enteras continuaban abandonando sus casas en algunos lugares.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), cerca de 200 personas murieron ayer de forma violenta, elevando el balance a más de 17 mil muertos en los dieciséis meses de revuelta.

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Rebeldes sirios se pasean en la frontera con Turquía.
Imagen: AFP
 
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