Al menos 70 personas murieron en un gran ataque aéreo lanzado por el ejército en territorio sirio cercano a la frontera con Turquía, según informaron ayer rebeldes sirios, mientras expertos de la ONU analizaban un video donde se muestra una posible ejecución sumaria a tropas gubernamentales.

El ataque se dirigió contra el pueblo de Harim, situado a tres kilómetros de la frontera, según informó la Comisión General para la Revolución Siria. No fue posible comprobar independientemente las informaciones. La agencia de noticias estatal siria no informó sobre el ataque pero aseguró que es falso que los “terroristas” hayan conquistado Harim, al contrario de lo que afirmaron algunos medios de comunicación.

Entretanto, los rebeldes sirios aseguraron haber conquistado Saraqeb, una pequeña ciudad en la provincia de Idlib, en el norte del país. Las tropas leales al presidente Bashar al Assad se han visto obligadas a abandonar el último puesto de control en la ciudad, que ha quedado completamente fuera del control del gobierno, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

Saraqeb es la segunda mayor ciudad en la provincia de Idlib y está localizada en la conjunción de dos autovías que conducen a Alepo, la segunda ciudad más importante del país. En tanto, expertos de la ONU analizan la veracidad de las imágenes grabadas en las que al parecer se ve cómo rebeldes ejecutan a unos soldados del gobierno de Siria, según dijo en Ginebra el portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos Rupert Colville.

“Al igual que en otros videos resulta difícil verificarlo de forma inmediata”, señaló Colville. “Tenemos que analizarlo con detalle.” Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que ayer publicó el video, en estas imágenes se ve cómo miembros de una unidad de rebeldes en la provincia de Idlib dispararon a varios soldados a quienes habían capturado. Las imágenes fueron grabadas tras un ataque armado de insurgentes a un puesto de control de las fuerzas del gobierno cerca de Saraqeb.

“Lamentablemente ésta podría ser la última de una serie de ejecuciones sumarias documentadas por parte de facciones opositoras, así como de fuerzas gubernamentales y grupos cercanos a ellas, como la (milicia pro-gubernamental) shabiha”, explicó Colville en un comunicado.

En el video, cuya autenticidad no pudo ser verificada, se escuchan tiros y se ve a los hombres sacudirse en el piso cubiertos de sangre, en medio de una nube de polvo generada aparentemente por los disparos. El Alto Comisionado instó de nuevo a las partes en conflicto a respetar los derechos humanos. Todo aquel que cometa delitos de esa índole será juzgado, añadió Colville.

La organización Amnistía Internacional calificó las imágenes de “conmocionantes” y consideró que “representan un potencial crimen de guerra en proceso”. El Observatorio para los Derechos Humanos, que documenta la violencia en Siria, señaló que las ejecuciones representaban una “masacre”. Ningún grupo asumió la responsabilidad por estas ejecuciones. De todas formas, algunos analistas consideran que podrían haber sido provocadas por el Frente Al Nusra, un grupo radical islámico que lucha junto al Ejército Libre Sirio para derrocar al régimen de Al Assad.

Los grupos de defensa de los derechos humanos han acusado tanto a las fuerzas del gobierno como a los rebeldes de cometer crímenes contra la humanidad desde el comienzo del conflicto en marzo del año pasado. Se cree que hasta el momento 30.000 personas perdieron la vida en el conflicto.

La principal coalición de oposición siria en el exilio arremetió este viernes contra Estados Unidos, al que acusa de tratar de remodelarla para que negocie con el régimen, en un momento en que los rebeldes cosechaban un nuevo éxito militar al cortar la carretera que va al norte del país.

A dos días del inicio de una reunión crucial de la oposición en Doha, en la que Estados Unidos tiene un papel importante, el Consejo Nacional Sirio (CNS) reaccionó virulentamente a las declaraciones de la jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton, que pidió al movimiento que se amplíe para “resistir” a los extremistas islámicos.

El CNS condenó, en un comunicado, los proyectos que pretenden “pasar por encima del Consejo o crear instancias para reemplazarlo”, tildándolos de intento de “minar la revolución siria plantando las semillas de la división”. Para Georges Sabra, miembro del Consejo, “si la unión de la oposición tiene como objetivo negociar con Bashar al Assad, no se hará y el pueblo no lo aceptará”.

Mohammed Sermini, de la oficina de prensa del CNS, ha denunciado la injerencia de Washington calificándola de imperialismo. “Por muy amistosa y solidaria que sea la fachada, no tiene derecho a intervenir en nuestros asuntos. Siria debe tomar sus propias decisiones.”