El gobierno de Senegal anunció ayer que enviará un contingente de 500 soldados a Mali, donde el ejército regular maliense, apoyado por tropas francesas, intenta detener el avance de los grupos salafistas que controlan el norte del país. “El presidente Macky Sall ha decidido enviar un batallón de 500 efectivos al lado de otros contingentes africanos para llevar el combate contra el terrorismo, contra las organizaciones terroristas y otros grupos afiliados”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Mankeur Ndiaye, en una declaración a los medios de comunicación. Según Ndiaye, los soldados senegaleses se sumarán a los efectivos enviados por Francia y la comunidad internacional, que apoyan al ejército maliense, “para permitir a ese país hermano y amigo que recupere muy rápidamente la integridad de su territorio”. El ministro senegalés no ha facilitado más detalle sobre la agenda de despliegue de las tropas senegalesas.

Nigeria, Níger, y Burkina Faso son los otros tres países que hasta el momento han confirmado que enviarán efectivos a Mali para completar el contingente de 3500 soldados que formarán parte del plan de intervención militar conjunta (Afisma), según confirmó a EFE el portavoz de la Comisión de la Comunidad Económica de Estados del Africa Occidental (Cedeao), Sunny Ugoh. “Se espera que estas tropas lleguen a Mali en cualquier momento”, dijo un representante de la Cedeao, que pidió permanecer en el anonimato. El norte de Mali, una vasta región de 850.000 kilómetros cuadrados, permanece al margen de la autoridad de Bamako. Diversos grupos jihadistas como Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI), Muyao o Ansar Al Din se han hecho fuertes en la región, cuyo control han arrebatado a los tuareg, y han establecido una versión rigorista de la ley islámica.