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La revelación de que la primera dama de Perú, Eliane Karp, tiene un nuevo contrato laboral por 6000 dólares mensuales con un organismo financiero internacional amenaza con agravar la impopularidad del presidente peruano, Alejandro Toledo. La noticia de que Karp tiene un contrato con la Corporación Andina de Fomento (CAF) la puso nuevamente bajo los reflectores, cuando todavía la opinión pública peruana recuerda un escándalo que protagonizó en 2002, al descubrirse que recibía 10.000 dólares mensuales de un banco por asesorías cuando ya era primera dama. No es la primera vez que Karp está en el centro de una discusión pública, cuyas repercusiones siempre perjudicaron la popularidad del presidente Toledo que ahora se encuentra en 11 por ciento, su peor momento en 23 meses de gobierno. El contrato con la CAF provocó reacciones inmediatas desde la oposición, donde el congresista Mauricio Mulder indicó que el caso debía ser investigado por la Comisión de Fiscalización del Parlamento. Pero David Waisman, del gobierno, minimizó las críticas y declaró: “Toda persona necesita un sueldo para vivir”.