Dos de los más importantes jefes militares de la organización Sendero Luminoso de Perú murieron en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad. “Gabriel” y Alipio”, nombres de guerra de los dos mandos, abatidos en un enfrentamiento con las fuerzas armadas, eran considerados número uno y dos, respectivamente, del brazo militar de la columna de Sendero que aún opera en la región selvática conocida como Vraem. “Hemos dado un golpe irreversible”, proclamó el presidente Ollanta Humala, tras indicar que la operación fue posible por un largo trabajo de inteligencia. “Las muertes de Orlando Borda Casafranca y Martín Quispe Palomino (los nombres verdaderos de los dos insurgentes), significan que está descabezado este remanente de Sendero Luminoso, y por lo tanto tendrán que reorganizarse, afirmó Humala. Borda Casafranca, Quispe Palomino y un tercer senderista conocido como “Alfonso”, que también murió, fueron sorprendidos por fuerzas combinadas del ejército y la policía en Llochegua, en el departamento de Ayacucho, lo que dio paso a un enfrentamiento que no dejó bajas entre los militares.

La columna de Sendero en el Vraem está comandada por los dos hermanos mayores Quispe Palomino, Víctor y Jorge, pero éstos están dedicados a la parte política, y los ahora abatidos estaban al frente de las acciones militares propiamente dichas. Esa columna, la más grande de las dos que quedan de Sendero, se alejó hace tiempo de las orientaciones ideológicas de ese grupo maoísta fundamentalista, doctrina conocida como “pensamiento Gonzalo” –en referencia al histórico líder de la organización, Abimael Guzmán–, aunque se la sigue conociendo por ese nombre.

En la práctica, el grupo constituye un ejército al servicio de las mafias del narcotráfico, muy activas en el Vraem. El grupo de los Quispe Palomino, aunque focalizado en el Vraem –una enorme zona selvática de difícil acceso– y al parecer con pocas posibilidades de expandirse, les dio duros golpes a las fuerzas armadas en los últimos años, con ataques, emboscadas y asesinatos selectivos. A Sendero sólo le queda una columna fiel al origen, en la zona selvática de Huallaga, pero está extremadamente debilitada desde que el año pasado fuera capturado su líder, Eleuterio Flores Hala.