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Después de la CIA, ahora es el Departamento de Estado el que se está desmarcando de las afirmaciones falsas de George W. Bush sobre las presuntas compras por Irak de uranio en Africa. La Casa Blanca admitió ayer que el presidente utilizó información atribuida a las autoridades británicas, que indicaban que Irak intentó comprar uranio en Africa, aunque el Departamento de Estado ya había expresado que el dato era “altamente dudoso”. Ese dato estaba en un anexo al informe de 90 páginas titulado Estimado Nacional de Inteligencia sobre Irak (NIE), recopilado en octubre de 2002 de seis agencias de inteligencia estadounidenses, incluido el Departamento de Inteligencia e Investigación (INR) del Departamento de Estado. La Casa Blanca publicó partes del NIE para contrarrestar las cada vez mayores interrogantes que surgen tras la admisión de que Bush no debió haber incluido ese dato en el discurso a su país el pasado 28 de enero. Pero un alto funcionario de la administración, que habló con periodistas y pidió el anonimato, aseguró que Bush no sabía de la advertencia antes de dar el discurso.