Miércoles, 13 de noviembre de 2013 | Hoy
EL MUNDO › ENTREVISTA A SIXTO PEREIRA, SENADOR DEL FRENTE GUASú EN PARAGUAY
El legislador de izquierda advierte que el Ejecutivo paraguayo beneficia a las transnacionales y a los empresarios locales.
En Paraguay se está dando un proceso de concentración del poder y de pérdida de la institucionalidad, según contó a Página/12 el senador paraguayo Sixto Pereira, del Frente Guasú, partido liderado por el ex presidente Fernando Lugo. Además, destacó que el actual mandatario Horacio Cartes busca desprestigiar al Congreso para lograr su avanzada en temas fundamentales. “El Partido Colorado fragmentado no podía llegar al gobierno. La figura de Cartes fue una imposición fabricada y diseñada en la embajada norteamericana. El presidente no es colorado. Su tarea es hacer los grandes negocios y dar garantías jurídico-políticas y de seguridad”, consideró Pereira, al explicar la aprobación de un paquete de leyes en menos de 60 días que selló la alianza entre el presidente y el empresariado local y el transnacional.
“Mediante la ley de responsabilidad fiscal, las finanzas son manejadas sin el control del Congreso. La ley de la alianza público-privado, que le da al Ejecutivo la competencia para otorgar concesiones sin consultar a los parlamentarios, es una privatización disfrazada de los servicios y de los recursos del Estado: agua, energía, telefonías, aeropuertos”, sostuvo el senador. En esta última legislación, que el propio Cartes calificó como la “llave del desarrollo”, Pereira encuentra el germen de lo que él llama la pérdida de la soberanía política. “Ya no hay un Ejecutivo en base a los intereses nacionales, sino que es una proyección de los grandes negocios de las transnacionales. La energía, la producción y la distribución están en manos de empresas privadas. Además, los privados no ponen en peligro ningún capital. Si hay dificultades el Estado subsidia, da soporte financiero a la empresa”, dijo.
La reforma de la ley de defensa, que le permite al Ejecutivo militarizar una zona determinada sin que el Congreso declare el estado de excepción, es el método elegido por el gobierno para perseguir a la dirigencia social y aplacar las protestas, según Pereira. “Cartes tiene el control sobre el Parlamento, que está perdiendo poder como un elemento importante del Estado. Consiguió sacar todas estas leyes a través de la corrupción y la impunidad. Creó una alianza llamada ‘Pacto Azulgrana’, entre colorados, liberales y Avanza País”, este último un partido que se proclama de izquierda y que está compuesto por algunos hombres que fueron parte del gobierno de Lugo, aseguró el senador.
“El caso paraguayo es importante porque, además de la pérdida de soberanía de los poderes, se propone destruir la integración regional”, afirmó Pereira. Desde su visión, se intenta debilitar a la Celac, el Mercosur y la Unasur y volcarse a la Alianza del Pacífico o fomentar las relaciones bilaterales y la firma de tratados económicos por fuera de los bloques comerciales. “Hay cuestiones por las cuales los intereses transnacionalizados vieron que a futuro la realidad podía ser diferente y creo que por eso nos hicieron el golpe. Hay que prevenir antes de que avance y mirar con cautela este laboratorio”, advirtió en referencia a lo que sucedió tras el golpe parlamentario a Lugo en junio del año pasado.
Pero Pereira sostuvo que las políticas de Cartes, un empresario que se unió al Partido Colorado poco antes de las elecciones, comienzan a generar malestar dentro de la cúpula partidaria. “Hay una colisión entre el cartismo neoliberal y una dirigencia colorada que históricamente es estatista –aunque un estatismo prebendario, clientelar, corrupto–. Entonces, entra Cartes, aplica una política neoliberal que no soluciona el problema de fondo, que busca achicar el Estado, y la dirigencia de los trabajadores estatales reacciona y se hace una marcha de 30 mil personas, la más grande de los últimos diez años”, contó el senador. Paraguay cuenta con más de 250 mil empleados públicos, que en su gran mayoría están afiliados o tienden a votar por los colorados.
El senador del Frente Guasú remarcó la complicidad entre Cartes y el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), antiguo aliado de Lugo hasta su destitución por medio de un juicio político exprés. “Además de golpista, el Partido Liberal es traidor. Primero porque el partido solo no iba a llegar nunca. Federico Franco golpea a Lugo y a la izquierda y le da el caramelito al Partido Liberal durante un año y algo de gobierno creyéndose que podía ganar las elecciones. El objetivo era proyectarse ellos mismos”, apuntó.
“A la izquierda nos tomó de sorpresa. Quién iba a pensar que podía pasar algo así faltando un año. Apenas asumió, Lugo inició un proceso de recuperación de la institucionalidad, despartidizó a las fuerzas armadas, a la policía, regularizó la sojización, trabajó sobre el respeto de los derechos laborales y el rol del Estado en la salud pública, se jugó al protagonismo de Paraguay en la integración regional”, admitió Pereira. Sin embargo, reconoció también que en su partido sabían a qué se jugaban porque la Alianza Patriótica que llevó a Lugo a la presidencia no tuvo el tiempo necesario para madurar y hacer un buen acuerdo. “Se improvisó en muchas cosas. Y sabíamos del riesgo, pero a pesar de todo era necesario desplazar a una cúpula colorada enquistada en el Estado por más de 60 años, quitarlo para intentar un proceso democrático diferente”, aseguró.
Entrevista: Patricio Porta
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