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Una cumbre de cancilleres de la Unión Europea y de los países del Golfo Pérsico afirmó ayer en Granada, España, que el plan de paz para Oriente Medio promovido por el príncipe Abdalá de Arabia Saudita no prosperará ni responderá a las grandes expectativas que ha despertado en la propia Israel y en Estados Unidos si Ariel Sharon no libera a Yasser Arafat para que pueda asistir a la cumbre de la Liga Arabe en Beirut los próximos 27 y 28 de marzo. En esa cumbre se formalizaría la propuesta saudita.
“Arafat debe tener toda la libertad necesaria para poder realizar el esfuerzo de control de la violencia que se le exige. Hemos recibido con atención las ideas del príncipe Abdalá y tenemos grandes esperanzas en la reunión de Beirut, pero es de sentido común que los países árabes no apoyarán la iniciativa si Arafat no puede estar presente”, afirmó el canciller español Josep Pique al término de las reunión anual de la UE con el Consejo de Cooperación del Golfo, que agrupa a Arabia Saudí, Emiratos Arabes Unidos, Bahrain, Kuwait, Omán y Qatar. “Si Israel impide a Arafat estar en Beirut, lo consideramos como una respuesta de rechazo a las propuestas árabes de paz, y en especial a la del príncipe Abdalá, añadió el canciller omaní Yusuf Bin Alawi Bin Abdulá.
La propuesta saudita de que todos los países árabes reconozcan al Estado de Israel a cambio de que éste acepte retirarse a sus fronteras anteriores a la guerra de 1967, no sólo en Palestina, sino también en Siria y Líbano, fue el eje de laa reunión. El comunicado final dice que “las dos partes insisten en que el gobierno israelí debe retirar sus fuerzas, suspender las ejecuciones extrajudiciales, congelar los asentamientos y todas las restricciones impuestas al pueblo palestino y a su líder electo, el presidente Arafat, y que la Autoridad Palestina debe hacer todo lo posible para detener la violencia y adoptar acciones determinadas y efectivas contra los terroristas".