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Los obispos de Bolivia pidieron a Evo eliminar la distribución de “la píldora del día después”, al considerar que tiene “características abortivas” y que supuestamente está en contradicción con una reciente sentencia. Los obispos señalaron en un comunicado de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) que el Tribunal Constitucional “reconoce el respeto a la vida desde el momento de la concepción, en coincidencia con los principios de la doctrina cristiana y de toda cultura y concepción religiosa presentes en el mundo”.

En realidad, el tribunal emitió el mes pasado un fallo en el que si bien rechazó la despenalización del aborto en general, eliminó la necesidad de una autorización judicial para los casos especiales que considera la ley, como violación, incesto y riesgo para la vida de la madre.

Los obispos y los medios dieron vuelta la información anunciando que el Tribunal reconocía la concepción como base para el conteo de la protección de vida humana. De ese modo, intentaron desviar el peso del núcleo de la nueva decisión, que es la de no reconocer la penalización del aborto en todos los casos, es decir, aceptar que en casos de violación, incesto y riesgo para la vida de la madre el aborto no será delito.

Tal decisión fue la que realmente provocó la reacción del episcopado boliviano.