Israel lanzó ayer ataques aéreos contra sitios militares sirios en represalia por un atentado cerca de la frontera que hirió a cuatro soldados israelíes. Según las fuerzas armadas sirias, los bombardeos dejaron un muerto y siete heridos. “Nuestra política es clara. Hacemos daño a aquellos que nos hacen daño”, dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. “Elementos sirios no sólo permitieron, sino que cooperaron en los ataques”, sostuvo, y agregó que al tomar acciones Israel quiere asegurar que vuelva la calma a su frontera norte. Por su parte, Siria acusó a Israel de amenazar la seguridad en Medio Oriente. “Advertimos a Israel por sus intentos desesperados incitando a la escalada de tensión. La repetición de estos actos agresivos amenaza la seguridad de la región”, indicó el ejército sirio en un comunicado. Israel bombardeó en la madrugada de ayer posiciones del ejército sirio, en respuesta a un atentado con bomba contra un jeep militar en el que resultaron heridos cuatro soldados israelíes –uno en estado grave– que patrullaban la línea de demarcación entre Siria e Israel en las Alturas del Golán. La acción militar tuvo lugar menos de un mes después de que Hezbolá acusara a Israel de realizar un ataque aéreo contra una de sus bases en la frontera entre Siria y el Líbano, que la facción prometió que respondería.

Aunque las sospechas de Israel recayeron en Hezbolá, los líderes israelíes no lo culparon directamente. “Consideramos al régimen de Bashar al Assad responsable por lo que pase en su territorio y si sigue colaborando con terroristas que intentan dañar a Israel, entonces seguiremos cobrando un alto precio por ello y lo haremos lamentar sus acciones”, sostuvo el ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalon. “No toleraremos ningún atentado contra nuestra soberanía, nuestros soldados o nuestros ciudadanos.”