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El presidente colombiano, Alvaro Uribe, pidió a su par ecuatoriano, Lucio Gutiérrez, colaboración para “evitar el contagio del terrorismo”, durante una visita de once horas a Ecuador. El anuncio del gobierno colombiano de que en breve se iniciará la desmovilización de las autodefensas mientras se estudian penas alternativas a la prisión, tanto para paramilitares como guerrilleros, ya ha suscitado polémica. Uribe aspira a reinsertar socialmente a unos 20.000 paramilitares de la ultraderecha armada, 2.000 de ellos entre septiembre y diciembre próximos. El proyecto, por el que se suspenden condicionalmente las penas, recibió las críticas de sectores del Congreso porque las leyes colombianas y los tratados internacionales suscritos por el país prohíben amnistías e indultos para delitos como los secuestros, masacres y desapariciones forzadas.