Los cancilleres de la Unasur y el nuncio apostólico Aldo Giordano anunciaron que tanto el gobierno como la oposición de Venezuela tienen voluntad de “seguir trabajando en la búsqueda de soluciones” a la crisis política. “El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y los representantes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) presentaron las ideas y ahora deberán reflexionar sobre los próximos avances del diálogo”, afirmó el comunicado emitido por la Cancillería de Brasil. El documento conjunto de los “testigos de buena fe” –los cancilleres de Ecuador, Colombia y Brasil y el nuncio de Caracas– fue dado a conocer luego de que el presidente Nicolás Maduro instara a la oposición a reanudar el diálogo de paz. “El diálogo existe, y la mesa del diálogo (con la MUD) es una instancia política que yo convoqué con paciencia absoluta y extrema. Defendamos la estabilidad en Venezuela como un bien común”, expresó. Por su parte, el secretario ejecutivo de la MUD dijo que se mantiene abierta la posibilidad de negociar con el oficialismo, pero espera que las promesas del Ejecutivo “se conviertan en hechos”.

Los cancilleres implicados en el diálogo –Ricardo Patiño, de Ecuador; Luiz Alberto Figueiredo, de Brasil y María Angela Holguín, de Colombia–, junto al nuncio apostólico, indicaron que las partes debían acordar la fecha de la próxima reunión lo más pronto posible. “Los cancilleres de la Unasur y el nuncio apostólico destacan la voluntad expresada por el gobierno de Venezuela y por los representantes de la MUD de seguir trabajando en la búsqueda de soluciones que beneficien a todos los venezolanos”, rezaba el documento. Además, el texto destacó como importante la “satisfacción por el rechazo, reiterado por el gobierno y por la MUD, a la violencia en todas sus formas y manifestaciones”. La comisión de cancilleres inició su participación en el diálogo en Venezuela el pasado 25 de marzo, tras aprobarse en Santiago de Chile trece días antes.

Por su parte, Maduro pidió a la alianza opositora “no infligir heridas al deseo de diálogo transparente que quiere el país”. El mandatario advirtió que el debate nacional es víctima de una campaña internacional para negar el diálogo, basada en que las reuniones no tienen resultados. “Es una campaña antinatura, porque lo natural en cualquier país es debatir con libertades públicas”, añadió. Mientras, Aveledo se mostró escéptico respecto de las intenciones del gobierno, pero favorable a volver a la mesa de conversaciones.