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El príncipe Felipe, futuro rey de España, ofreció ayer su primer discurso oficial tras la abdicación como rey de España de su padre Juan Carlos. Manifestó que trabajará por una España unida y diversa. “Reitero públicamente mi empeño y convicción de dedicar todas mis fuerzas con esperanza, con ilusión, a la tarea apasionante de seguir sirviendo a los españoles”, dijo en el acto celebrado en Navarra, en el norte del país. Felipe destacó a España como una nación, una comunidad social y política que une sus raíces en una historia milenaria. Acompañado por la princesa Letizia, entregó un premio al historiador capuchino Tarciso de Azcona (foto, abajo). El príncipe dijo que respetará el procedimiento parlamentario iniciado para hacer efectiva la abdicación de Juan Carlos y su proclamación como futuro rey en las próximas semanas. “Es evidente que el día de hoy tiene una significación especial”, señaló al comienzo de su discurso, que concluyó con una mención al contexto social, político y económico en el que tendrá lugar su proclamación como rey.

Según adelantó ayer el propio príncipe, será su hija mayor, la infanta Leonor, quien ostente en el futuro el título de princesa de Viana. A sus ocho años, será la heredera al trono más joven de Europa. El príncipe de Asturias, que el 18 de junio será proclamado rey Felipe VI, aludió además a la situación que atraviesa España. “En períodos de dificultades como los que atravesamos, la experiencia de tiempos pasados nos enseña que sólo uniendo nuestros afanes, anteponiendo el bien común a los intereses particulares e impulsando la iniciativa, la investigación y la creatividad de cada persona lograremos avanzar hacia escenarios mejores”, dijo al referirse a la crisis económica del país peninsular.

Este primer discurso fue recibido con fuertes aplausos por parte de los más de 200 asistentes al acto, saludo al que Felipe de Borbón respondió con gestos de gratitud. En la primera aparición juntos en público desde el anuncio de abdicación del rey, los príncipes se mostraron relajados y sonrientes. Al igual que su hijo, el rey Juan Carlos cumplió ayer su agenda y presidió una reunión con 300 empresarios españoles que le rindieron homenaje (foto, arriba). “Muchas gracias, os lo digo de corazón y agradecimiento, muchas gracias por vuestra labor, seguid adelante, yo estaré siempre al lado vuestro”, respondió el rey, después de escuchar durante varios minutos la larga ovación que, puestos de pie, le dedicaron los empresarios al finalizar la ceremonia.

En el discurso con el que cerró el acto de entrega del I Premio Reino de España a la Trayectoria empresarial, que recayó en manos de Enrique de Sendagorta Aramburu, fundador de la empresa de ingeniería Sener, el monarca aseguró que durante sus 39 años de reinado puso todo su empeño en apoyar el mayor progreso económico de España. “El mayor servicio que los empresarios realizan a favor del conjunto de la sociedad, asumiendo riesgos y dificultades, se concreta en la generación de puestos de trabajo y en la creación de riqueza”, sostuvo el rey.

El Congreso de los Diputados de España inició anteayer el trámite urgente de la ley de abdicación de Juan Carlos I, que permitirá la proclamación de su hijo como nuevo rey de España. El gobierno español envió el mismo martes al Congreso su propuesta de ley orgánica, que se leerá el miércoles de la próxima semana en el pleno de la Cámara baja. Se espera que la norma sea aprobada con un amplio respaldo del Parlamento, donde el gobernante Partido Popular cuenta con mayoría absoluta.

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró ayer desde Portugal, donde participa en una cumbre hispano-portuguesa, que no tiene “la más mínima duda” de que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) –la mayor fuerza de la oposición– dará su apoyo a la ley.