El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró que será reelecto en el cargo en la segunda vuelta electoral de mañana “por 8 o 10 puntos” por sobre su adversario, el uribista Oscar Iván Zuluaga. A tan sólo un día de la segunda vuelta electoral, el candidato de la coalición oficialista de la Unidad Nacional afirmó en una entrevista con RCN La Radio que en todo el país ha “palpado” el “entusiasmo” de la ciudadanía con su propuesta centrada en la paz. “Estamos entusiasmados y optimistas por todas estas adhesiones que hemos recibido en estos quince días, son sintomáticas, pero el verdadero resultado se verá mañana”, analizó el mandatario. Sin embargo, la última encuesta publicada por la revista Semana otorgó a Santos una intención de voto del 41 por ciento frente al 49 de Zuluaga. El mandatario sumó más apoyos ayer, entre ellos el de la ex secuestrada por las FARC Ingrid Betancourt.

Santos reveló que no se planteó todavía el escenario en el que pudiera perder frente a Zuluaga, del Centro Democrático. “No creo que vayamos a perder. Si eso llega a suceder pensaría muy rápido”, indicó, y reconoció que sólo hizo planes a partir de 2018, cuando terminaría su mandato si es elegido y aspira a ser profesor en alguna universidad.

Predijo que en esta segunda vuelta “va a haber un aumento de votación” y que no cree que se repita el abultado abstencionismo de la primera ronda,”por el bien de la democracia”. En la primera ronda, celebrada el pasado 25 de mayo y en la que Zuluaga le sacó cuatro puntos de ventaja a Santos, hubo una abstención del 60 por ciento.

Un grupo de diez padres de la Constitución de 1991 por el Partido Liberal y la extinta Alianza Democrática M-19 pidieron ayer el voto por la reelección de Santos, para que concluya la negociación con las guerrillas. A través de una carta, los diez constituyentes, entre ellos senadores electos como el ex guerrillero Antonio Navarro Wolf y Horacio Serpa Uribe, manifestaron que “quienes reconozcan su derecho, el de sus familias y sus compatriotas, a vivir en paz, tienen el deber moral de votar”. En las últimas semanas, Santos recibió el apoyo de sectores de izquierda, de empresarios, de los pueblos indígenas, de los sindicalistas y de líderes progresistas, decididos a apoyar el proceso de paz que el gobierno negocia en La Habana con las FARC.

A este grupo se sumó ayer Betancourt, quien estuvo secuestrada por las FARC durante seis años. En un video de 30 segundos de duración difundido en Internet, Betancourt, que fue secuestrada en febrero de 2002 por la guerrilla cuando era candidata presidencial, se manifestó a favor de la aspiración de Santos de renovar su mandato para el período 2014-2018. “Quienes hemos sufrido la guerra tenemos muchos motivos para apoyar el proceso de paz”, afirmó la ex candidata, que en 2008 fue rescatada durante una operación realizada en la selva que incluyó a tres estadounidenses y 11 militares y policías. “Lo más importante es detener el sufrimiento de otros colombianos agobiados por el conflicto”, señaló Betancourt, al referirse al proceso de paz.

Por su parte, el ex presidente y senador electo del Centro Democrático, Alvaro Uribe, volvió a la carga y atacó a su sucesor. Indicó que Santos se “quitó el disfraz” y se “destapó” como el candidato de las FARC. Uribe, con quien el actual mandatario expresó el jueves que le gustaría reconciliarse, no parece tener el mismo deseo del que fuera su ministro de Defensa, a quien acusó también de ser “un carnicero con las fuerzas armadas y un cordero con el terrorismo”. Por ello, advirtió que los empresarios que apoyan a Santos ponen a Colombia “en riesgo de quedar en las fauces de las FARC, de (el presidente venezolano, Nicolás) Maduro y del extremo izquierdismo”.

Además, lo acusó de “mentir” cuando dice que “ha sido el principal guerrero” contra las FARC. “Yo pensé en esa época que cuando él decía ‘no’ y vacilaba tanto, eran precauciones de la prudencia frente a mis ímpetus. ¡No! Eran fallas del carácter por quien se acomoda por el poder y cambia sus convicciones”, apuntó Uribe. El ex presidente se refirió al rescate de Betancourt y recordó que mientras el ejército colombiano preparaba el operativo para su liberación, Santos, entonces ministro de Defensa, estaba de vacaciones en Europa.

El proceso de paz se convirtió en el principal tema de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Santos afirma que necesita cuatro años más de gobierno para concretar el final del conflicto armado, mientras que Zuluaga es un acérrimo crítico de las conversaciones con las FARC y en los últimos tiempos fue cuestionado por cambiar varias veces su postura sobre este tema.