Viernes, 20 de junio de 2014 | Hoy
EL MUNDO › CATIUSCIA MARINI, GOBERNADORA DE LA REGION ITALIANA DE UMBRIA
Marini se congratuló del resultado que obtuvo el Partido Democrático de Italia en las europarlamentarias. “El PD se atrevió a pensar nuevas ideas desde la izquierda y en las reformas económicas y sociales que sólo la izquierda puede hacer.”
El triunfo de la ultraderecha es consecuencia de las políticas de ajuste y la desconfianza hacia las instituciones comunitarias. De esta forma analizó los resultados de las últimas elecciones europeas Catiuscia Marini, gobernadora de la región italiana de Umbria y vicepresidenta del Partido Socialista Europeo (PSE), que agrupa a las fuerzas socialdemócratas y laboristas del continente. “El voto en Francia –con la fuerte consolidación de Marine Le Pen– y en otros países deriva en parte de las políticas equivocadas que llevó a cabo la Comisión Europea. Dentro de los países aumentaron las dificultades económicas y empeoró la situación de las familias. Entonces, en muchas partes ganaron los nacionalistas o populistas, los cuales alimentaron el sentimiento de descontento ciudadano. Además, hicieron una operación de simplificación, porque se acusó a la Unión Europea (UE) de ser la culpable absoluta de estas condiciones”, señaló a Página/12.
Marini reconoció que el centroizquierda europeo está en crisis y pidió una reformulación de sus objetivos. “La izquierda debe asumir el cambio de políticas dentro de la UE, aunque la socialdemocracia tiene que repensarse primero a sí misma. Ya no alcanzan las recetas del 1900. Las razones cambiaron debido a la crisis. Europa creció con la idea de hacerse cada vez más grande y más democrática. Ahora debe demostrar que es casi un único país con políticas sociales y económicas acordes”, apuntó la gobernadora, que pertenece al Partido Democrático (PD) del primer ministro Matteo Renzi. Sin embargo, admitió que la capacidad de adaptación de la izquierda a un escenario comunitario dominado por ultraderechistas y euroescépticos es un desafío. “El PSE y la socialdemocracia no fueron vistos como una alternativa real”, agregó.
El próximo mes, Italia asumirá la presidencia semestral del Consejo de la UE, órgano legislativo y presupuestario del bloque. Marini se mostró confiada en que la agenda será una respuesta al descontento expresado recientemente por los europeos. “En Italia tenemos la obligación de establecer nuevos objetivos en términos de políticas económicas, que pongan en el centro el tema del trabajo y de los jóvenes. Porque los jóvenes están atravesando una situación grave en toda Europa, con una tasa de de-sempleo elevadísima. La media europea supera el 30 por ciento, pero en países como Italia, Grecia y España es de más del 40”, dijo.
Marini, de 46 años, es una de las figuras más destacadas del PD. Su irrupción en la gobernación de Umbria en 2010 representó el recambio generacional en la política italiana post Berlusconi. Durante la entrevista, destacó la tenacidad demostrada por Renzi en los primeros meses de gobierno. “Matteo Renzi interpretó la necesidad de cambio en la sociedad italiana. El PD se atrevió a pensar nuevas ideas desde la izquierda y en las reformas económicas y sociales que sólo la izquierda puede hacer. Los italianos nos han dado un voto de confianza y de esperanza. Después de Berlusconi y Beppe Grillo elegimos lo que nos parece lo más normal”, bromeó, aunque enseguida aclaró que fueron las propuestas del PD las que sedujeron a los italianos.
“Las reformas más urgentes son la reducción de la deuda pública y sostener el arranque económico”, sostuvo Marini. “Renzi está probando nuevas fórmulas, no está usando las recetas tradicionales y lo está haciendo con la gente indicada”, añadió. También expresó que Italia emprenderá reformas sociales y culturales, como la unión civil para parejas del mismo sexo. “Tanto la formación como la edad de Renzi contribuirán a impulsar este tema. Este tipo de cuestiones han sido muy difíciles, más que nada por cómo está constituido el PD, donde confluyen formaciones diversas, desde la izquierda laica hasta la izquierda católica”, apuntó. Si bien el Parlamento está decidido a legislar las uniones de hecho, la presión del Vaticano descartó la idea del matrimonio igualitario, que actualmente existe en Francia, España, Portugal y Reino Unido, entre otros países europeos.
Por otra parte, Marini se refirió a los migrantes que llegan a la costa italiana y criticó la falta de compromiso del resto de los países de la UE. “La inmigración en Italia es un tema difícil porque nuestro país es la primera puerta de acceso. Y Europa se desentendió del asunto, se lavó las manos. Los africanos entran en Europa pasando por Italia y los demás países niegan la situación, miran para otro lado. Es un tema complejo, tenemos que realizar una gestión compartida con los países del Mediterráneo para cooperar. La inmigración no se puede ver solamente como una medida de orden público o de autorización administrativa”, sostuvo.
Entrevista: Patricio Porta.
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