Después de emitir opiniones dispersas y hasta enfrentadas, los cinco precandidatos presidenciales del FA-Unen –Hermes Bi-nner, Julio Cobos, Ernesto Sanz, Elisa Carrió y Fernando “Pino” Solanas– decidieron emitir una posición unificada frente a la decisión de la Justicia estadounidense a favor de los fondos buitre que litigan con Argentina. El documento consensuado “rechaza la opción de un default” y reclama “una negociación digna” con los fondos que cuentan con el fallo del juez neoyorquino Thomas Griesa, que obliga a cancelar el pago de 1300 millones de dólares. Igual, las diferencias volvieron a aflorar. Fiel a su estilo, la chaqueña se desmarcó de sus socios y sostuvo que “la irracionalidad con la que procede este gobierno puede traer consecuencias muy penosas para los argentinos. Esto se parece mucho a un autogolpe”. Al margen de sus propios presidenciables, el diputado radical Ricardo Alfonsín calificó el fallo de Griesa como “irresponsable”, mientras el senador Gerardo Morales sostuvo que Griesa “trabaja para los fondos buitre” y que el fallo es de “imposible cumplimiento”. Solanas impulsó una declaración del interbloque de senadores –sin la UCR– que critica al Gobierno por no investigar la deuda para separar la “ilegítima” de la legítima, que sí estaría dispuesto a pagar. Para Binner, la solución está en abrir una “etapa negociadora”.

Los presidenciables del FA-Unen decidieron terminar con la dispersión de opiniones, que no sólo no los mostraba como una coalición, sino como fuerzas enfrentadas. Por eso elaboraron un documento conjunto, que se leyó ayer en un anticipado homenaje a Manuel Belgrano, en el que se mostraron todos juntos. “No vamos a acompañar al Gobierno por el camino del default, porque será muy negativo para el futuro del país”, dice el título del texto que le apunta al Ejecutivo: “La estrategia del doble juego o doble estándar amenazante y negociador al mismo tiempo es desconocer la realidad del problema. Como alternativa aun de negociación es la más irracional de todas, por ser contradictoria e inconsistente”, afirman los cinco presidenciables de la alianza electoral antes de sentenciar que “por ello, rechazamos el default como un camino viable, y hacemos responsable al Gobierno si emprende ese camino”.

Carrió se desmarcó de sus socios y agregó sus opiniones. “Esto se parece a un autogolpe”, soltó la chaqueña. La diputada de la CC ya había manifestado que “el Gobierno busca crear un clima prebélico” en la negociación con los holdouts “con el propósito de mostrarse como salvadores de la patria y esconder sus errores”. Ayer insistió en que el kirchnerismo se maneja con “enorme irresponsabilidad” y que “nos pueden conducir a un default que va a traer sufrimiento a nuestro pueblo”.

Los precandidatos de la UCR, Sanz y Cobos, rubricaron el documento. Varios de los legisladores nacionales que los acompañaron en una rueda de prensa en el Senado para coincidir en las críticas y reproches al Gobierno por las “bravuconadas” que inclinaron la balanza de Griesa a favor de los buitres, ayer modificaron sus opiniones.

Alfonsín, que no fue de la partida en el bloque de senadores de la UCR, calificó el fallo de Griesa a favor de los fondos buitres como “irresponsable”, afirmó que el radicalismo va a “acompañar en todo” al gobierno nacional y sostuvo que “la renegociación fue excelente”. Agregó que “hay que ser prudentes” y criticó “a los que enfrentan al Gobierno diciéndole barbaridades”, para luego afirmar que “no hay más depredador que lo que se conoce como fondos buitre”. Luego, en otras declaraciones, reconsideró su papel opositor y le apunto al Gobierno: “¿Creían que estaban acá, donde no acatan los fallos?”, se preguntó y se desligó del endeudamiento del gobierno de la Alianza (Blindaje y Megacanje): “Nunca un gobierno paga la deuda que contrajo él. Siempre pasó. (Raúl) Alfonsín tuvo que pagar las deudas de los anteriores”, se justificó.

Morales, que sí compartió la conferencia de prensa con Sanz y Cobos, fue más allá: “Claramente, el juez Griesa trabaja para los fondos buitre”, sentenció. “Compartimos el concepto de que el fallo del juez es de imposible cumplimiento”, agregó el senador jujeño y consideró una medida “inteligente” que los representantes legales del Estado acudieran a la convocatoria realizada por el juez Griesa.

Pero los senadores de la UCR no participaron del documento que impulsó Solanas en el interbloque de Unen, FAP y CC. Allí critican al Gobierno por no investigar el origen de la deuda externa como lo hizo Ecuador, lo acusan de incrementar la deuda con los acuerdos con Repsol y el Club de París, además de sumarse al resto de los presidenciales de la alianza que insisten en que la deuda la debe discutir el Congreso.

En ese interbloque del Senado, como en el resto del FA-Unen, también conviven los más reacios al pago, negociadores y pagadores. Solanas insiste en separar la deuda ilegítima de la legítima, pero esquiva definiciones sobre lo que hay que hacer con los fondos buitre y se sumó a la actitud “negociadora” del resto de los presidenciables de la alianza. El cordobés Luis Juez se encolumna con los reacios a la hora de hacer declaraciones: “No quiero pagarles un mango a estos miserables, no quiero pagarles un centavo del ahorro de mis hijos a los tipos que especulan”, dijo al conocerse la resolución de la Corte estadounidense que dejó en firme el fallo de Griesa a favor de los fondos buitre. Pero ayer respaldó la declaración conjunta en contra de un posible default.

Magdalena Odarda, de la CC, y Jaime Linares, del GEN, se encolumnan entre las fuerzas que respaldan el pago. El socialista Rubén Giustiniani, aun con algunas diferencias, sostiene la postura de Binner, que ayer volvió a mostrarse como un moderado: “Vamos a apoyar y contribuir como lo hemos hecho siempre; hay que cumplir con la Constitución y esto está ahí y dice que tiene que ser tratado por el Congreso”, declaró Binner, para quien la solución está en abrir una “etapa negociadora”.

Aun en la coincidencia, subsisten las diferencias en el FA-Unen. El mayor grado de unidad de la coalición electoral se alcanza cuando apuntan sus cañones contra el Gobierno.