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En menos de cuatro horas, dos atentados suicidas sacudieron las ciudades israelíes de Tel Aviv y Jerusalén. En el primero, una persona aún no identificada detonó un explosivo en una parada de colectivos cerca de la base militar israelí Tzrifin, al sudeste de Tel Aviv. Además del kamikaze, hubo ocho muertos, la mayoría soldados israelíes, y unos 30 heridos. Apenas cuatro horas más tarde, a las 11.20 de la noche local, siete personas murieron en otra explosión, esta vez en el Café Hillel, un concurrido restaurante de Jerusalén. La Estrella Roja de David, el servicio de emergencias israelí, informó que hubo 40 heridos. El brazo militar de Hamas, las Brigadas de Ezadim al Kasam, publicaron un panfleto en el que prometen “más y más venganza”. El gobierno del premier israelí, Ariel Sharon, dijo que los ataques en Israel muestran la incapacidad de los palestinos para respetar la Hoja de Ruta. Y aseguró que “habrá una respuesta militar muy dura”.
Aparentemente, en el segundo atentado, en Jerusalén, el terrorista que provocó la explosión no había podido entrar al restaurante porque un custodio del lugar se lo había impedido. Y por eso detonó la carga en la puerta del lugar, que queda en la calle Emek Refaim, en el barrio German Colony. La explosión hizo que se encendieran todas las alarmas de los autos estacionados en la zona. Inmediatamente, la policía empezó a forzar los vehículos para buscar posibles bombas. Fue el segundo atentado suicida contra blancos israelíes del día. Cuatro horas antes, una explosión mató a siete personas cerca de un campo militar en las afueras de Tel Aviv. En el momento de la explosión, varios soldados israelíes abandonaban el campo y esperaban el colectivo que los iba a llevar a sus casas. Minutos después del ataque, los servicios de emergencia encontraron el cuerpo destrozado de una mujer, que podría ser el de la terrorista suicida, según informó la policía israelí. Las fuerzas de seguridad israelíes se hallaban en estado de alerta desde el sábado, cuando el ejército israelí fracasó en su intento de asesinato a la cúpula de Hamas, incluido su jefe espiritual, el jeque Ahmed Yassin.
En un panfleto que distribuyó en Gaza, Hamas calificó de “operaciones mártires” los dos atentados de ayer en la “Tel Aviv ocupada” y la Jerusalén “ocupada”. Los atentados son la “factura que hay que pagar por los crímenes diarios que Israel ha llevado a cabo contra los palestinos”, asegura el texto del panfleto. “Prometemos que llevaremos más y más ataques”, agrega. Minutos después del segundo atentado, el vocero de Ariel Sharon, Dor Gold, afirmó desde la India, donde acompaña al premier israelí en su gira oficial, que su gobierno ya había advertido que “el fracaso palestino en el desmantelamiento de la infraestructura terrorista conduciría a ataques de este tipo”. La Autoridad Palestina “ha fracasado totalmente en mantener los compromisos de la Hoja de Ruta’, declaró el vocero de Sharon desde Nueva Delhi. También dijo que Arafat es el culpable “del fracaso” del plan de paz y que él y Hamas son considerados los “responsables” de los atentados de ayer. “Sabemos que fue Arafat el que impidió a su gobierno actuar contra Hamas”, agregó Gold. Mientras, la televisión israelí informó que Sharon no descarta cancelar su viaje por la India y regresar a su país.
Con estos dos atentados se empantana aún más el proceso de paz para israelíes y palestinos. Un alto responsable de Hamas, Abdelaziz Al Rantissi, aseguró que el atentado es la respuesta a los “atentados y tentativas de asesinatos” de Israel. El último ataque suicida fue el pasado 19 de agosto en un colectivo que circulaba por Jerusalén. Un kamikaze palestino se inmoló en el interior del vehículo matando a 21 personas e hiriendo a más de 100. Además, se trata del primer ataque de las organizaciones terroristas palestinas desde el frustrado intento de asesinato, el sábado pasado, contra el fundador y líder espiritual deHamas, el jeque Ahmed Yassin. Este sobrevivió al ataque de los aviones israelíes y prometió represalias “inolvidables”.
Horas antes del atentado de ayer en Tel Aviv, Israel había vuelto a exigir a Ahmed reia, el hombre elegido por Arafat para sustituir al ex primer ministro Mahmoud Abbas, que actúe con claridad en contra del terrorismo. “Su primera medida debe ser tomar una decisión estratégica de desmantelar las infraestructuras terroristas”, declaró el jefe de la diplomacia israelí, Sylvan Shalom. “Deberá decidir si está del lado de Arafat o contra el terrorismo”, enfatizó. Israel considera que el presidente de la Autoridad Palestina es un serio “obstáculo para la paz”. Por su parte, reia proseguía ayer sus contactos para asegurarse apoyos internacionales, sobre todo europeos y norteamericanos, antes de formar su gobierno.
El gobierno palestino condenó el atentado suicida y resaltó en un comunicado que “este mismo día Israel mató a tres palestinos, uno de ellos un niño”. Se refería a una operación israelí en Hebrón, en la que murieron dos activistas de Hamas y un chico de 13 años. En Hebrón, en el sur de Cisjordania, el jefe del brazo armado del movimiento radical Hamas en esa ciudad, Ahmad Badr, y uno de sus colaboradores, resultaron muertos en una operación del ejército israelí, según dijeron fuentes de la seguridad palestina. Según parece, Ahmad Badr y Abed Misk murieron en un tiroteo con efectivos del ejército israelí que dispararon misiles contra un edificio en el que los dos hombres se habían atrincherado junto a otros militantes.