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El gobierno ucraniano y los separatistas prorrusos reforzaron el alto el fuego con la firma de un memorando de paz, aunque aplazaron las negociaciones sobre el autogobierno para las zonas controladas por los rebeldes. “Primero, el cese del uso de las armas por ambos bandos. Segundo, mantenimiento de las posiciones de las unidades militares y grupos armados al 19 de septiembre”, anunció Leonid Kuchma, ex presidente ucraniano y representante de Kiev en las negociaciones de Minsk. “Tercero, prohibición del uso de cualquier clase de armamento y de la puesta en marcha de acciones ofensivas”, prosiguió.

El memorando contempla el repliegue de las armas de gran calibre no menos de 15 kilómetros. Se crea una zona de seguridad de más de 30 kilómetros, según señaló el ex mandatario. Kiev y los insurgentes acordaron el desminado de la zona y la prohibición de la colocación de nuevas minas, y prohibieron el uso de armamento pesado en las inmediaciones de las poblaciones.

“Se ha introducido la prohibición de los vuelos de la aviación militar, lo que incluye a los aviones letales no tripulados, con la salvedad de los aparatos de la OSCE. También se prohíbe el uso de aparatos no tripulados extranjeros”, precisó Kuchma. Asimismo destacó que Kiev también consiguió en la capital bielorrusa el acuerdo para la retirada del territorio ucraniano de todos los grupos armados extranjeros.

Kuchma reconoció que la tregua acordada fue violada en varias ocasiones.

“Hubo violaciones. Hoy le hemos puesto punto y final (al alto el fuego). Retiraremos las tropas a una distancia de 30 kilómetros, lo que garantizará la seguridad”, resaltó. De hecho, horas más tarde de la firma del memorando el mando militar ucraniano denunció numerosos ataques perpetrados por las milicias prorrusas. “Puestos de control y de resistencia fueron atacados con artillería y morteros”, informó un portavoz del mando militar ucraniano. En respuesta, las fuerzas gubernamentales destruyeron un sistema de misiles Grad (Granizo) y cuatro piezas de mortero, además de matar a una veintena de milicianos.

En cuanto a la ley de autogobierno aprobada esta semana por la Rada Suprema (legislativo ucraniano), las partes acordaron aplazar la discusión de este asunto. “Este es un asunto para futuras negociaciones. Ellos tienen su opinión y nosotros la nuestra. El estatus especial sólo podrá ser abordado después de que la correspondiente ley sea aprobada”, aseguró Alexandr Zajarchenko, líder de la autoproclamada república popular de Donetsk.