Los venezolanos marcharon ayer en las calles de Caracas en contra de la violencia, divididos entre los partidarios del gobierno y los opositores.

La movilización oficialista, que recorrió el oeste de la capital venezolana, encabezada por el presidente Nicolás Maduro y representantes del gobierno, reclamó justicia por la muerte del diputado Robert Serra, quien fue asesinado en su casa el pasado 1º de octubre. “Ya sabemos quiénes dirigieron y dieron la orden para asesinar a nuestro amado mártir Robert Serra. La juventud venezolana no tiene miedo a los terroristas”, aseguró el mandatario. En tanto, los antichavistas protestaron por la criminalidad.

“Si queremos paz, estable, perpetua, tenemos que descubrir a los criminales, a los terroristas”, expresó Maduro en referencia al asesinato de Serra y su compañera María Herrera en la residencia del diputado. El gobierno lo atribuye a la acción de grupos paramilitares colombianos vinculados con la oposición venezolana. El jefe de Estado sostuvo que las investigaciones policiales permitieron comenzar a esclarecer quiénes fueron los autores intelectuales del homicidio de Serra, tras cerrar la marcha denominada “contra el terrorismo y por la paz”.

De momento, la fiscalía informó que siete presuntos autores materiales del asesinato fueron detenidos. Los presuntos homicidas formarían parte de una banda de paramilitares colombianos. Maduro reiteró que el homicidio fue ordenado por la “ultraderecha venezolana y el paramilitarismo colombiano”, algo que se viene esclareciendo a medida que avanzan las investigaciones.

El asesinato de Serra, agregó Maduro, formaba parte de un plan opositor para dar de baja a varios líderes del chavismo con el fin de llevar a Venezuela a una espiral de violencia. “He dicho dos razones por las cuales se perpetró el crimen: la primera, matar a un joven líder, y la otra atemorizar a la juventud. La tercera es que formaba parte de un asesinato y de una cantidad de eventos para llevar nuestro país a la violencia y el caos”, dijo el mandatario.

Otra movilización se dirigió al este de Caracas, encabezada por los representantes de la oposición –que llamaron Caminata por la Paz–, agrupados en la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), en la que protestaron no sólo por la violencia sino también por la persecución política de la que, aseguran, son víctimas. “No- sotros rechazamos la violencia sea de donde sea, para nosotros no hay víctimas de primera y víctimas de segunda”, dijo el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, al comienzo de la marcha que también contó con la participación del ex candidato presidencial Henrique Capriles.

Esta es la primera movilización que realiza la alianza opositora desde que la MUD comenzó su proceso de reestructuración interna y que estuvo precedido por la renuncia de su anterior secretario, Ramón Guillermo Aveledo. También es la primera manifestación que se realiza en Caracas desde que se registró una ola de protestas que se inició el 12 febrero y que culminó a mediados de junio, con un saldo de 43 muertos, cientos de heridos y detenidos, entre ellos el líder opositor Leopoldo López.