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Fue un ataque apenas solapado contra el unilateralismo norteamericano. En un discurso ante la Asamblea General de la ONU, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, urgió ayer a la comunidad mundial a reforzar el multilateralismo “ante el riesgo de un retroceso del ordenamiento jurídico internacional” y advirtió que las crisis de Irak y Medio Oriente sólo tienen solución en un marco multilateral, con las Naciones Unidas en un papel central. Lula también reclamó una “reforma urgente” del Consejo de Seguridad de la ONU y dijo que Brasil podría representar en ese cuerpo “el sentimiento de toda la región”.
El presidente brasileño fue el primer orador de la Asamblea, después del secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien expresó su preocupación por la doctrina de la “prevención” utilizada por Estados Unidos y el Reino Unido para atacar e invadir Irak. Lula afirmó que “la superación del estancamiento” actual en el caso de Irak “sólo podrá ser asegurada a partir del liderazgo de la ONU”, sumándose así a las posiciones de Francia, Rusia, Alemania y otros países contra el empeño de Washington de monopolizar el poder en Irak. Lula denunció, en la misma vena, “una preocupante tendencia de desacreditar a nuestra organización, e incluso de negar a la ONU su autoridad política”. “La comunidad internacional enfrenta enormes desafíos políticos, económicos y sociales, que exigen un esfuerzo acelerado de reforma de la ONU, para que nuestras decisiones y acciones colectivas pasen a ser de hecho respetadas y eficaces”, agregó Lula. En ese marco sostuvo que la reforma de la ONU “es imperativa” y reiteró que Brasil “está pronto a dar su contribución”.
Brasil exige desde hace años una banca permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, aspiración apoyada por la mayoría de los países de América latina y el Caribe. Lula aprovechó su presencia en este foro para proponer la creación en el seno de la ONU de un Comité Internacional de Lucha contra el Hambre. “No hay nada más absurdo ni más intolerable que la omnipresencia del hambre en el siglo XXI, un siglo caracterizado por los avances y la ciencia”, dijo Lula, quien consideró que la erradicación del hambre y la pobreza extrema es “viable. Sólo se requiere voluntad política”. “El hambre es una emergencia y debe tratarse como tal”, como prueba el hecho de que la cuarta parte del mundo pasa hambre, incluidos 300 millones de niños, agregó el presidente de Brasil. “El terrorismo ganará fuerza siempre que las aspiraciones legítimas de representación política o justicia social sean sofocadas por la indiferencia y la arbitrariedad”, afirmó Lula, que defendió el rol de la ONU a la hora de hacer frente a los nuevos desafíos económicos, sociales y de seguridad. En los últimos años “hubo intentos por desacreditar y quitar autoridad política de la ONU”, la cual, por “muy invalorable que sea su labor humanitaria, fue concebida para algo más que limpiar los conflictos que no pudo impedir”, dijo el presidente brasileño. Más adelante, Lula aseguró que la composición actual del Consejo de Seguridad, dominado por cinco potencias con derecho a veto, no responde a la realidad geopolítica contemporánea y debe ser reestructurada.
Lula inició su discurso rindiendo homenaje a su compatriota Sergio Vieira de Mello, quien falleció junto a otras 21 personas en un atentado contra la misión de la ONU en Bagdad, en agosto pasado. “Ojalá que el sacrificio de Sergio no haya sido en vano. La mejor forma de honrar su memoria es redoblar la defensa de la dignidad humana donde quiera que esté amenazada”, dijo Lula.