Una extraña toma de rehenes, aparentemente con motivaciones políticas, se desarrollaba en la ciudad australiana de Sydney en la mañana del lunes (noche del domingo para la Argentina). Un hombre de unos 40 años, con barba y un pañuelo en la cabeza, mantenía retenidas a más de una decena de parroquianos en una cafetería desde las primeras horas de la mañana. Las autoridades señalaron que desconocían cuántas personas estaban retenidas y el número de secuestradores. Según un canal local, al menos había un hombre armado y con presuntos vínculos con una organización terrorista. Dos supuestas rehenes, una mujer que trabaja en el local y una cliente, sujetaban contra el cristal de la entrada una bandera negra con un texto en árabe en el que se leía “No hay otro Dios que Alá y Mahoma es el mensajero de Dios”. La cadena local ABC afirmó que no es un emblema del Estado Islámico (EI) sino una declaración de la fe islámica. El primer ministro de Australia, Tony Abbott, expresó que “desconocemos sus intenciones o si es un incidente con motivaciones políticas, a pesar de que hay indicadores que apuntan a ello”.