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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, advirtió a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que si quiere continuar con los acercamientos para iniciar un proceso de paz debe renunciar al secuestro, y exigió la pronta liberación de un alcalde recientemente capturado por el grupo. Santos exigió la liberación del alcalde del municipio de Alto Baudó, en el departamento de Chocó, Fredys Palacios, quien fue retenido el martes por unos veinte presuntos miembros del ELN cuando se desplazaba por un río de esa región fronteriza con Panamá. “Así sea para lo que ellos llaman ‘rendir cuentas’ o cualquier motivo, éste es un delito, un crimen inaceptable, exigimos su pronta liberación”, sentenció el mandatario durante una visita a Quibdó, capital de Chocó.

El jefe de Estado afirmó que el ELN “tiene que renunciar a esa modalidad de secuestro, que es uno de los crímenes más cobardes que pueda tener cualquier organización”, si quiere un proceso de paz. “Quiero decirles a las fuerzas militares: háganme el favor y me liberan a ese alcalde lo más pronto posible”, insistió Santos. El gobierno colombiano anunció a mediados de este año que sostiene contactos informales con el ELN, la segunda guerrilla del país, en busca de un diálogo similar al que desde 2012 se cumple en Cuba con las FARC, que iniciarán mañana una tregua unilateral indefinida.

En tanto, el jefe negociador del gobierno colombiano en los diálogos con las FARC, Humberto de la Calle, lamentó ayer la muerte de ocho policías y militares en acciones guerrilleras en diferentes regiones del país y subrayó que evitar más derramamiento de sangre es el objetivo de las negociaciones de paz en Cuba, a escasas horas de que se inicie la tregua unilateral e indefinida que anunció el grupo guerrillero. “La razón de ser de la mesa de conversaciones es el fin de la guerra. Como ha dicho el presidente (Juan Manuel) Santos, el corazón del proceso son las víctimas. Las que ya han sufrido, pero también las que tenemos el deber moral de evitar”, manifestó el funcionario en una declaración leída en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo.

El ejército colombiano confirmó ayer que en la madrugada murieron cinco soldados, otros cinco sufrieron heridas y uno desapareció en un combate con guerrilleros de la columna móvil Jacobo Arenas y el sexto frente de las FARC en Santander de Quilichao, en el departamento del Cauca (sudoeste).