La titular de Petrobras, María das Graças Foster, abandonó el cargo ayer luego de que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aceptara de renuncia tras los escándalos de corrupción. La renuncia de la presidenta de la empresa y de los cinco directores desembocó en la elección, acordada para el viernes, del próximo presidente de la compañía, puesto disputado por el ex titular del Banco Central de Brasil Henrique Meirelles y el ex mandatario de una división de Petrobras, Rodolfo Landim.

La noticia confirmó las versiones que circulaban el martes, que indicaban que Foster y Rousseff acordaron el recambio en la totalidad de los cargos del directorio de Petrobras en una reunión que mantuvieron hasta las primeras horas de la madrugada de ayer en el palacio presidencial de Planalto. Los rumores de la salida de Foster, amiga de Dilma, agitaron el martes el mercado y dispararon las acciones de la compañía, que cerraron con una escalada de más del 15 por ciento, el mayor avance diario desde 1998.

Foster es una ingeniera química con destacado perfil técnico y 31 años de experiencia en la compañía. La infancia de la ex presidenta de la petrolera estatal fue dura: violencia familiar, crecimiento en una complicada favela del norte de Río de Janeiro donde recogía cartones y latas para colaborar con la economía doméstica. Estudió ingeniería química y apenas terminó ingresó como becaria en Petrobras.

La misión de Foster cuando asumió fue la de gestionar la explotación de los gigantescos yacimientos submarinos del Presal, que pueden convertir a Brasil en uno de los mayores exportadores mundiales de crudo. Se trataba de una gestión de la empresa más técnica y menos política, acorde con el estilo que trató de imprimir Rousseff a los puestos clave de la administración pública, cuando inició su gobierno, en el año 2010.

Foster abandona la presidencia de la petrolera casi tres años después de haber asumido el cargo, el 13 de febrero de 2012, en sustitución de José Sergio Gabrielli, y se convirtió en la primera mujer del mundo en comandar una gran empresa petrolera.

Su permanencia en el cargo fue puesta en duda desde el año pasado, cuando la policía federal y el Ministerio Público anunciaron investigaciones sobre un esquema de corrupción que operó en la empresa entre 2004 y 2012 y que habría movido al menos 3700 millones de dólares. Según la Fiscalía, la red ilegal desviaba el tres por ciento del valor de los contratos firmados por Petrobras para pagar sobornos a funcionarios de la empresa y para financiar agrupaciones políticas, entre ellas el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff y su principal socio, el centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). Las investigaciones resultaron hasta ahora con el arresto de tres ex directores de Petrobras, así como de numerosos ejecutivos y propietarios de empresas que mantenían negocios con la petrolera. El escándalo también tiene repercusiones políticas, porque la presidenta Rousseff comandaba el consejo de administración de Petrobras en la época en que fueron registradas varias de las irregularidades investigadas por el Ministerio Público y por la Justicia.

Petrobras presentó la pasada semana los resultados financieros del tercer trimestre de 2014, pero excluyó de su balance las pérdidas causadas por desvíos en el seno de la estatal, que cuenta con 85.000 trabajadores.

No obstante, la compañía estimó que sus activos fueron sobrevalorados en 88.600 millones de reales (34.500 millones de dólares), debido al aumento del precio de 31 contratos con constructoras y proveedores entre 2004 y 2012. La cifra, sin embargo, no incluye las pérdidas derivadas del pago de sobornos, que originó un escándalo empresarial y político de grandes proporciones.

Aunque aún no se conoce el nombre de su reemplazante, la prensa local señala entre los candidatos a Henrique Meirelles, ex presidente del Banco Central durante los ocho años del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y al ex presidente de Distribuidora BR, Rodolfo Landim. El ex presidente de Brasil espera que la decisión sea a favor de Meirelles, ya que considera que es el candidato que cuenta con mayor respaldo por parte del mercado financiero.