Unos veinte palestinos resultaron heridos cuando fuerzas israelíes reprimieron marchas en la Franja de Gaza y Cisjordania en el marco de la conmemoración del exilio tras la creación del Estado de Israel. Si bien desde el miércoles se realizan protestas contra la ocupación militar y la expansión israelí en Cisjordania y Jerusalén, alrededor de 300 palestinos se manifestaron ayer para conmemorar la Nakba (catástrofe), término árabe con el que se recuerda la desposesión de los territorios palestinos. Entre tanto, el presidente de Palestina, Mahmud Abbas, se reunió ayer en Roma con su par italiano y el premier de ese país, Sergio Mattarella y Ma- tteo Renzi, respectivamente.

En las marchas celebradas en Franja de Gaza, cerca de 200 manifestantes acompañados de activistas internacionales enarbolaron la consigna “Al derecho al retorno no se renunciará jamás por prescripción”. Allí, tres jóvenes que cargaban imágenes de llaves (que representa los hogares abandonados tras el exilio), resultaron heridos de bala en sus piernas cuando la policía israelí disparó contra ellos, por considerar que se acercaban “peligrosamente” a la línea divisoria. “Había unos 200 manifestantes, de los cuales cinco se acercaron al enrejado, por lo que los uniformados hicieron disparos de advertencia y luego contra la parte baja de sus cuerpos”, expresó el portavoz del Ejército de Israel. El líder del partido Al Mubadara (La Iniciativa), Mustafá Barguti, condenó el accionar del ejército de Israel. “Hay varias cosas que recordamos hoy. Lo mismo que hizo Israel en 1948 lo sigue haciendo hoy en Cisjordania, en Jerusalén: la construcción de asentamientos y la judaización. Los disparos a los manifestantes demuestran que ahora el país tiene el dobierno más extremo, violento y opresor de su historia”, señaló Barguti.

Por su parte, en la ciudad de Naplusa, en Cisjordania, otros 21 manifestantes fueron heridos en un enfrentamiento con la policía de Israel tras una visita de un grupo de israelíes a la Tumba de José, el monumento funerario considerado sitio sagrado situado en la entrada este del valle que separa los montes Gerizim y Ebal. Al menos 30 vehículos militares entraron en la ciudad el jueves por la noche para proteger la visita de unos 1500 israelíes que se prolongó hasta pasadas las tres de la madrugada. La peregrinación estuvo seguida por enfrentamientos con jóvenes palestinos que lanzaron piedras y botellas a los soldados, que respondieron con disparos, gas lacrimógeno, granadas de estruendo y balas de acero recubiertas de plástico. Diana, de 30 años, se manifestó con su rostro oculto con una kufiya (tradicional pañuelo palestino). “Esto no tiene que ver sólo con lo que pasó en 1948, el inicio de la limpieza étnica de los palestinos sobre Palestina, sino que tiene más que ver con la Nakba que aún sigue en marcha”, expresó. “Hemos vivido bajo ocupación muchos años, en un sistema de apartheid. Tenemos que mantener la lucha hasta que encontremos un modo de liberar Palestina y hacer que la gente regrese a los hogares de los que fue expulsada. Es el modo más legítimo de combatir al ocupante”, sentenció Diana.

La miembro del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Hannan Ashrawi, expresó que en los últimos años hubo un repunte de los actos de violencia contra los palestinos. “Israel nos ha perseguido con políticas sistemáticas e inhumanas de ocupación militar y limpieza étnica. Desde los puestos de control hasta la revocación de permisos de residencia en Jerusalén, todo está hecho para segregarnos”, expresó Ashrawi.

La ONU, especialmente en su Resolución 194, reconoce su derecho al retorno, lo que sigue siendo uno de los principales puntos conflictivos en los procesos negociadores de paz, ya que se trata de una resolución que Israel se empeña en no reconocer.

Por otro lado, el presidente palestino se encontró durante la mañana con el premier italiano. Si bien no realizaron declaraciones luego del encuentro, Abbas había expresado que el reconocimiento del Estado Palestino sería uno de los principales temas a conversar. El mandatario palestino también habló en privado con el ministro de relaciones Exteriores, Paolo Gentilloni, y el mandatario italiano. Este fue el primero de los tres días de la visita a Roma del presidente palestino. Hoy se reunirá con el papa Francisco en el Vaticano y aprovechará su estancia en Roma para encontrarse con el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, con quien no pudo conversar el pasado mes de enero, cuando realizó una gira por Oriente Próximo, porque el líder palestino tuvo que acudir a la manifestación celebrada en París en protesta de los atentados contra el periódico Charlie Hebdo. La visita de Abbas a Italia finalizará mañana, con la participación en una misa de canonización de dos monjas palestinas en la basílica de San Pedro.