EL MUNDO › DETUVIERON EN ITALIA AL PRESUNTO AUTOR DEL ATENTADO CONTRA EL MUSEO DEL BARDO, DE TúNEZ

El terrorista que llegó en barca

La detención desató polémicas sin fin en el mundo político, sobre todo de parte de sectores conservadores que acusan al gobierno de proponer políticas para los migrantes que facilitan la inmigración ilegal y la llegada de terroristas.

 Por Elena Llorente

Página/12 En Italia

Desde Roma

Un presunto “organizador” y “ejecutante” del atentado contra el Museo del Bardo de Túnez, que el 18 de marzo costó la vida a 24 personas –cuatro de ellas italianas– fue arrestado el martes por la noche por fuerzas especiales de carabineros y policía italiana en las afueras de Milán, a pedido de la policía del país norafricano, que había lanzado un mandato de captura internacional por ese motivo. Como el presunto terrorista había llegado el 17 de febrero a Italia, atravesando con muchos otros inmigrantes el Mediterráneo en una barcaza, el hecho ha desatado polémicas sin fin en el mundo político, sobre todo de parte de sectores conservadores que acusan al gobierno de proponer políticas para los migrantes que facilitan la inmigración ilegal y la llegada de terroristas.

El detenido, Touil Abdel Majid, ciudadano marroquí de 22 años, llegó con 97 inmigrantes el 17 de febrero a Puerto Empédocles, en Sicilia. Pocos días después de haber sido registrado por la policía junto a los demás llegados, recibió una orden de expulsión de la fiscalía de Agrigento, ciudad cercana a ese puerto. Se desconocen las causas de la expulsión. En realidad, su madre y sus hermanos viven regularmente en Italia, en Gaggiano, cerca de Milán, donde el joven fue arrestado acusado, entre otras cosas, de homicidio, secuestro de personas a mano armada y adhesión a una organización terrorista, ya que el atentado de Túnez fue reivindicado por el Estado Islámico.

Las reacciones de los partidos de derecha italianos no se hicieron esperar, sobre todo en una semana particularmente agitada en Europa por el tema migratorio y cuando algunos organismos de la Unión Europea acordaron un plan –que todavía espera la aprobación definitiva de los gobiernos, de la ONU y de los países africanos implicados– que prevé el hundimiento de las barcazas usadas por los traficantes de seres humanos en el Mediterráneo, cuando estén todavía ancladas en puertos del Norte de Africa. Pero esa decisión política dice estar dirigida contra los traficantes, no contra los inmigrantes o los terroristas. “Hace tres días, un consejero del gobierno de Libia denunció que los terroristas del Estado Islámico estaban partiendo a Italia en las barcazas de inmigrantes. Esta noche un terrorista marroquí implicado en la tragedia del museo de Túnez, que llegó en un barco con inmigrantes, ha sido arrestado. Está claro que hay que detener la partida y el desembarco de los inmigrantes que llegan por el Mediterráneo y cerrar las fronteras inmediatamente, antes de que sea demasiado tarde”, dijo el secretario de la derechista Liga Norte, Matteo Salvini. Y la exponente del Popolo della Libertà (PDL), el partido de Silvio Berlusconi, Maristella Gelmini, no se quedó atrás. “Sirve una acción de fuerza, sobre todo después de la incertidumbre de muchos países europeos. Hay que bloquear inmediatamente los desembarcos en Italia y controlar al área donde está la Exposición Universal de Milán”, dijo. Otro exponente derechista, esta vez de Fratelli d’Italia, Ignacio Larussa, agregó: “El problema de la inmigración es que puede tener implicaciones directas con el terrorismo, y en consecuencia, no podemos permitirnos un flujo generalizado e indistinto de personas que se aprovechan de la desesperación de muchos inmigrantes y de la falsa bondad de la izquierda, para llegar a Italia con intenciones de golpearnos”. La derecha trajo a colación y criticó igualmente las afirmaciones de hace algunos meses de parte del ministro del Interior, Angelino Alfano, quien aseguró que no había peligro porque los terroristas no elegirían jamás llegar en barcazas a Europa.

Tanto el jefe del gobierno, Matteo Renzi (del progresista Partido Democrático), como Alfano (del partido Nuevo Centroderecha y ex berlusconiano), por el contrario, elogiaron el “excelente trabajo” de la policía, que logró detener al presunto terrorista. “Una vez más hemos sido nosotros los más fuertes, el Estado ha demostrado ser el más fuerte”, dijo Alfano, que hoy a la mañana deberá informar oficialmente al Parlamento sobre el arresto.

Touil Abdel Majid, mientras tanto, y que al parecer no tiene antecedentes penales, fue trasladado a la cárcel milanesa de San Vitore y será interrogado por la fiscalía de Roma, que investiga sobre la muerte de los turistas italianos. Algunos medios de difusión publicaron, sin embargo, que la madre de Touil Abdel Majid habría denunciado la desaparición del pasaporte de su hijo. Pero hasta ahora la policía nada ha precisado sobre este particular. “Mi hermano es inocente, no ha cometido ningún crimen –declaró el hermano de Touil a los periodistas cuando iba llegando a casa en bicicleta–. Sí, llegó en un barco como muchos inmigrantes, pero desde ese momento no se movió de Italia. No ha encontrado trabajo todavía, pero iba a aprender italiano dos veces por semana.” Y la madre, por su parte, dijo: “Hemos visto juntos las imágenes del atentado en Túnez. La Jihad no le gusta para nada”. También algunos vecinos lo defendieron. “No es un terrorista. En los días del atentado estaba acá. Habría debido tomar un avión de ida y vuelta inmediata si fuera uno de ellos.”

Aquel 18 de marzo, poco antes de entrar al museo, los terroristas habían intentado atacar el Parlamento, donde se estaba discutiendo precisamente una ley antiterrorista. Pero al fracasar esa operación, decidieron atacar el museo. Tuvieron como rehenes a unos 200 turistas por varias horas, turistas que en su mayoría habían desembarcado de un crucero atracado en el puerto de Túnez. La policía tunecina intervino y en el enfrentamiento murieron 24 personas, dos de ellas terroristas. La policía de Túnez, según se informó, pocos días después del atentado arrestó al jefe del grupo de terroristas, que resultó ser un tunecino que vivía en Bélgica y que tenía contactos con un grupo argelino aliado del Estado Islámico.

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Una agente de policía junto a la foto del sospechoso detenido por el atentado al Museo del Bardo, ayer, en Milán.
Imagen: EFE
 
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