El nuevo capítulo en el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos generó renovadas expectativas entre los habitantes de la isla, pero también cautela porque el bloqueo sigue vigente. La nueva etapa entre los dos países acaparó los titulares de la prensa nacional, un día después de que se conociera que el 20 de julio se reabrirán las sedes diplomáticas que ambos países tienen en La Habana y Washington, incluido el Granma, principal diario del país caribeño y órgano oficial del Partido Comunista, que reprodujo en portada las cartas que los presidentes Raúl Castro y Barack Obama intercambiaron anteayer para oficializar la restauración diplomática. El texto íntegro del discurso que Obama pronunció desde la Casa Blanca también fue publicado en los periódicos cubanos.

El diario Granma salió ayer a recorrer las calles de la capital cubana para conocer cuáles eran los puntos de vista de los cubanos respecto de esta nueva decisión bilateral, que llega para romper con más de medio siglo de guerra fría entre estas naciones. En La Habana, el anuncio de la apertura de embajadas fue acogido por los ciudadanos de a pie de forma positiva. Onel, un profesor preuniversitario, se mostró feliz por lo que consideró una maravillosa noticia, y Osirys, trabajador del sector turístico, calificó el acuerdo como un acontecimiento de gran impacto. “Nosotros consideramos que es bueno siempre y cuando se cumpla el acuerdo. Esas relaciones favorecen tanto a Cuba como a Estados Unidos”, dijo por su parte Fidel, un jubilado habanero.

Los cubanos que hacían cola ayer en la famosa y céntrica heladería Coppelia no olvidaron que, a pesar de la decisión de restaurar las relaciones diplomáticas, el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba se mantiene. “Lo primero es que haya cese del bloqueo para mejorar nuestra situación económica”, pidió Rubisaida, directora de una escuela primaria, quien admitió que el paso anunciado anteayer de forma bilateral representa el inicio y espera que se produzcan mejoras para el pueblo cubano.

“Todo tiene que ser de a poco. En un día no se puede lograr lo que no se logró en 50 años. Tengo esperanza en que, paso a paso, se puedan lograr buenos resultados”, señaló Osirys. Varios de estos habaneros valoraron la actitud de Obama respecto de Cuba. “Ha dado un paso a favor del pueblo cubano y hay que respetarlo” y “es el único presidente (de Estados Unidos) que ha trabajado por la mejora de las relaciones”, fueron algunos de los comentarios. En la franja etaria de cubanos más jóvenes, la noticia tampoco pasó inadvertida. “Se anunció por la televisión, muchas personas la estaban comentando. Representa un adelanto para que avance nuestro país”, señaló con júbilo Vivianne, una adolescente estudiante de secundaria, mientras a su lado un pequeño de siete años preguntaba: “Es el 20 de este mes, ¿no?”.

En tanto, Diana Brito Páez señaló que son buenos los pasos que ambas naciones están dando en la recomposición del diálogo. La licenciada en Historia consideró que debe resultar beneficioso para los países, pues ya era hora de superar tantos años de hostilidad. “Las nuevas generaciones seguimos con muchas expectativas el restablecimiento de las relaciones que debe conllevar, sobre todo, al cese del bloqueo, como muestra concreta de buena voluntad”, sostuvo la joven.

Es oportuno que se abran las embajadas como un elemento significativo dentro del proceso iniciado el 17 de diciembre pasado, consideró Manuel Forestal Brimes. Para el trabajador civil de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, es evidente, y así lo dijo Obama, que la política de aislamiento de Estados Unidos hacia Cuba fue un fracaso, y las iniciativas tomadas por Estados Unidos en el último tiempo así lo demuestran. “Sin dudas se trata de un paso de avance, sobre todo en materia de acercamiento de los pueblos, pues los ciudadanos norteamericanos han dado muestras de sentimientos positivos hacia Cuba”, valoró Brimes. Por su parte, Dianelis Forestal Mejías señaló que constituye un paso de avance en el proceso de normalización de las relaciones entre ambos países.

Con todo, la licenciada en Relaciones Internacionales prefirió mantener la cautela y afirmó que no se debe interpretar como un total restablecimiento ya que solamente se trata de pasos iniciales. “Obama es sólo una parte de la maquinaria que determina la política de Estados Unidos hacia Cuba. Sería muy beneficioso que se materialicen las peticiones hechas y que no se quede sólo en simples declaraciones de aspectos de interés para ambos países”, destacó Mejías, que reconoció a su vez que otro elemento importante a tener en cuenta es que los últimos acontecimientos también constituyen un desafío para Cuba, porque cualquier medida también puede abrir brechas para la actuación de Estados Unidos, pues desde el principio han reconocido que no abandonan sus objetivos.

La noticia sobre la apertura de embajadas resulta favorable, evaluó Sergio Rángel Alvarez, porque implica que se va avanzando en el restablecimiento de las relaciones, “proceso que puede reportar muchos beneficios en el ámbito profesional desde el punto de vista del acceso a tecnologías de avanzada”, dijo el estudiante de cibernética.