Miércoles, 15 de julio de 2015 | Hoy
EL MUNDO › LOS LEGISLADORES GRIEGOS VOTAN EL PRIMER PAQUETE DE MEDIDAS DE AJUSTE
El premier griego se reunió con miembros de su partido, Syriza, con el objetivo de tratar de acumular votos a favor del acuerdo alcanzado con Europa. Afirmó que no se plantea la posibilidad de convocar a elecciones anticipadas.
El consenso alcanzado con los socios europeos para que Grecia no salga de la Eurozona le complicó las cosas a Alexis Tsipras a nivel doméstico. El primer ministro griego se reunió ayer con miembros de su partido, Syriza, con el objetivo de tratar de acumular apoyos de cara a la votación decisiva que tendrá lugar hoy sobre el tercer plan de rescate, mientras las medidas de ajuste que requiere la troika para sellar el acuerdo despertaron la indignación y la protesta de los sindicatos. El Parlamento heleno debe aprobar el primer paquete de medidas de ajuste y la semana próxima debe hacer lo mismo con un segundo paquete para que las negociaciones sobre un tercer rescate puedan comenzar. En un discurso emitido por la televisión pública griega, Tsipras afirmó que no se plantea la posibilidad de convocar elecciones anticipadas al menos hasta que se logre un acuerdo firme con los socios y aseguró que Europa podría cambiar si en España ganan las elecciones previstas para este año fuerzas parecidas a Syriza.
Tras la reunión de ayer del comité político de Syriza, que concluyó con un llamado a la unidad, el primer ministro mantuvo varios encuentros en la sede del gobierno, en un intento de asegurarse la mayoría propia necesaria para que la votación prospere. Aunque estaba prevista una reunión con el grupo parlamentario de Syriza para analizar las medidas, a última hora de ayer, la oficina del partido en el Parlamento no había confirmado el encuentro que, según los medios locales, incluso podría aplazarse hasta después de la votación de hoy.
La Plataforma de Izquierda, la corriente radical dentro de Syriza, adelantó que no respaldará la votación. Uno de los representantes de esa facción es el ministro de Energía, Panayotis Lafazanis, quien afirmó en las últimas horas que no votará a favor del acuerdo, pese a lo cual no piensa renunciar. Además, Lafazanis emplazó al primer ministro y al gobierno a retractarse y retirar su apoyo al acuerdo. Lafazanis es uno de una treintena de diputados de Syriza –en total son 149– que no dieron la semana pasada al gobierno un mandato para las negociaciones en Bruselas, la mayoría de ellos mediante abstenciones, ausencias y dos con votos en contra. La prensa local señala que la Plataforma de Izquierda estaría analizando la posibilidad de pedir se celebre un congreso extraordinario de Syriza, y no descartaría formar su propio grupo parlamentario.
Entre los legisladores más díscolos estarían varios miembros del gobierno, como el ministro adjunto de Seguridad Social, Dimitris Stratulis; el ministro adjunto de Defensa, Kostas Isijos, y el ministro adjunto de Exteriores, Nikos Juntís, quien a comienzos de semana renunció a su banca de diputado, aunque, por el momento, no dejó el cargo definitivamente. Juntís e Isijos forman parte de una quincena de parlamentarios que votaron a favor de dar el mandato al gobierno, pero que después publicaron una carta en solidaridad con los rebeldes. La situación tampoco es estable en el seno del nacionalista Griegos Independientes, fuerza socia del Gobierno.
Tras las reuniones ayer de su grupo parlamentario y del comité ejecutivo, su líder, Panos Kamenos, mostró su respaldo al Ejecutivo para la votación de hoy, pero dejó entrever que podría rechazar el documento firmado en Bruselas, que también debe someterse al voto parlamentario. No hay una imagen clara de cuál será la decisión de Tsipras de cara a los próximos días. Entre los movimientos posibles no se descarta emprender una reforma del gobierno cambiando a los ministros que se expresaron en contra del acuerdo, ampliar la coalición con otros partidos o mantener la estructura actual del Ejecutivo y tratar de sacar adelante la votación con el apoyo de la oposición. El conservador Nueva Democracia, el centrista To Potami y el socialdemócrata Pasok expresaron su apoyo al acuerdo, por lo que se da por seguro que el paquete de medidas será aprobado.
Tsipras manifestó ayer su deseo de continuar al frente del gobierno. “No tengo razones para convocar a elecciones, dependerá de lo que pase en mi partido”, dijo Tsipras en una entrevista en la televisión pública griega, y afirmó que su prioridad es lograr un programa, y a partir de entonces, “tendremos el tiempo para conflictos internos y con la oposición”.
Consultado sobre una posible ruptura al interior de su partido, el primer ministro señaló que hará todo lo que pueda para mantener la unidad de Syriza y del grupo parlamentario, pero remarcó que cada uno cargará con su responsabilidad.
Respecto de la correlación de poder político en la Unión Europea, Tsipras señaló que puede cambiar si en las elecciones españolas ganan fuerzas parecidas a Syriza, por lo que aseguró su intención de permanecer en el Gobierno hasta que tanto se celebren los comicios en España. Ante la pregunta sobre la apertura de los bancos, que ayer cumplieron dieciséis días sin actividad, el jefe de Syriza respondió que podrán hacerlo una vez que el acuerdo alcanzado el lunes en Bruselas sea ratificado por los Parlamentos en la Eurozona que requieren una votación al respecto.
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