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Artur Mas (foto) firmó el decreto para celebrar elecciones anticipadas el 27 de septiembre. El presidente regional catalán pretende que el comicio se convierta en un plebiscito que inicie un proceso independentista; Madrid insiste en que son simples elecciones autonómicas. La convocatoria, sellada en un breve acto en la sede del gobierno catalán, en Barcelona, no menciona el carácter plebiscitario que las fuerzas independentistas quieren dar a la votación para evitar posibles acciones judiciales por parte del gobierno central, que se opone al proceso soberanista catalán. “Son elecciones similares a otras anteriores en la forma, aunque en el fondo todos sabemos que serán muy diferentes”, afirmó Mas en una breve declaración transmitida por televisión luego de firmar el decreto.

El presidente regional justificó las elecciones adelantadas por el hecho de que no se les permitió efectuar una consulta legal y acordada sobre el derecho a decidir, en referencia al reférendum simbólico del 9 de noviembre, celebrado a pesar de una prohibición judicial y por el que el Ministerio Público denunció a Mas. “La negativa total del gobierno español, sobre todo a hablar, ha precipitado esta decisión anunciada hace tiempo”, señaló el gobernante. “Podemos hacer del 27 de septiembre una fecha señalada en nuestra historia”, remarcó.

Mas advirtió el jueves que, políticamente, los comicios son un plebiscito por la libertad y la soberanía de Cataluña. “En estas elecciones, lo que los ciudadanos votan es a sus representantes, y ellos al presidente de la Generalitat, no otras cuestiones”, dijo ayer Soraya Saénz de Santamaría, vicepresidenta del gobierno central. Mas esperó al último día para convocar a elecciones: la campaña oficial comenzará el 11 de septiembre, en coincidencia con la “Diada”, día de Cataluña, aprovechado los últimos tres años por independentistas para hacer demostraciones de fuerza, que esperan repetir este año con una nueva manifestación en Barcelona.

De cara a los comicios del 27 de septiembre, Mas y su partido, el conservador Convergència Democràtica (CDC), se aliaron con la segunda fuerza de la región, Esquerra Republicana (ERC) y las influyentes asociaciones que organizaron las masivas manifestaciones nacionalistas de los últimos años para formar la lista Juntos por el Sí. Otro partido independentista, la anticapitalista CUP, irá por separado, pero podría ser clave para alcanzar una hipotética mayoría absoluta.