Miércoles, 9 de septiembre de 2015 | Hoy
EL MUNDO › EL PRESIDENTE DE VENEZUELA EXTENDIó EL ESTADO DE EMERGENCIA Y DESPLEGó TROPAS EN LA REGIóN DE ZULIA
Maduro mandó tres mil soldados a la frontera, pero avisó que acepta la propuesta de mediación de Brasil y Argentina, a partir de la cual se reuniría con su par colombiano Santos, quien prefiere la mediación uruguaya.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó el cierre de un nuevo paso de la frontera con Colombia y el despliegue de más de tres mil efectivos militares en la zona. La medida decretada por el mandatario afectará a la región noroccidental de Zulia. También dispuso el estado de excepción de tres municipios de ese estado, a fin de ampliar las operaciones de seguridad en la línea limítrofe binacional. Además, el jefe de Estado venezolano anunció que aceptó la propuesta de mediación de Brasil y Argentina, a partir de la cual se reuniría con su par colombiano, Juan Manuel Santos.
Maduro dijo el lunes por la noche desde la casa de gobierno de Miraflores que ordenó el cierre del paso fronterizo de Paraguachón, que se suma a los que fueron clausurados en Táchira, hace 20 días. El gobernante anunció también que declaró el estado de excepción de los municipios Guajira, Mara y Almirante Padilla de Zulia, con el propósito de proteger a los habitantes de estos sectores. “He decidido, luego de un diagnóstico exacto para construir la nueva frontera, el cierre del paso de Paraguachón”, afirmó. “De esta forma, seguiremos avanzando en (el combate de) delitos, criminales, paramilitares, contrabandistas, como hemos acordado el respeto al pueblo y la libertad de paso del pueblo Wayúu (indígenas del norte venezolano)”, agregó.
El paso de Paraguachón tiene un menor flujo comercial y de personas que el de San Antonio de Táchira, que fue cerrado tras un ataque de grupos armados irregulares que dejó tres soldados heridos. Con esta medida, varios de los principales puntos de la frontera con Colombia están cerrados al tránsito de personas y mercancías.
Por otro lado, Maduro reiteró que aceptaba la mediación propuesta por Argentina y Brasil para fijar una reunión con su colega colombiano a fin de buscar soluciones a la crisis. “Ya lo dije: vamos a vernos. Acepté la mediación de los gobiernos de Brasil y de Argentina, que me propusieron a nombre de la presidenta Dilma Rousseff y la presidenta Cristina Fernández una reunión en Manaos o en Buenos Aires entre usted, Santos, y yo”, dijo. “Yo lo he aceptado, no me rehuya más, vamos a vernos. Restituyamos las relaciones de diálogo, respeto y coexistencia entre modelos. Usted es capitalista de derecha y yo soy socialista, bolivariano y chavista”, indicó, dirigiéndose al jefe de Estado colombiano. Luego aseguró que respeta al mandatario colombiano y que no pretende un cambio en su gestión económica. “No pretendo que Santos sea ni bolivariano, ni revolucionario, ni chavista”, advirtió. “Entonces, no pretenda usted (Santos) que yo sea uribista, no pretenda usted que yo sea capitalista neoliberal”, remarcó. Maduro expresó que Santos es el único en las negociaciones entre ambos estados en poner condiciones, ya que, consideró el mandatario, los agresores se encuentran del lado colombiano.
Santos, por su parte, anunció que está dispuesto a reunirse con Maduro en Montevideo, pero en el marco de otro intento mediador, en este caso propuesto por el jefe de Estado de Uruguay, Tabaré Vázquez. “La semana pasada recibí una llamada telefónica del presidente uruguayo, quien ofreció sus buenos oficios para facilitar el diálogo con Venezuela”, reveló Santos al término de una reunión con su gabinete en la Casa de Nariño, sede del gobierno colombiano. “Seremos más efectivos en la frontera si trabajamos juntos en cooperación”, dijo Santos, que además insistió en que las prioridades son atender a las familias colombianas y darles apoyo económico en la frontera. En referencia al contrabando, el jefe de Estado colombiano indicó que se encuentran trabajando con las fuerzas militares y de la policía para trancar los pasos por donde entra y sale el comercio ilegal.
En tanto el vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza, informó ayer que la zona de Paraguachón permaneció en absoluta tranquilidad desde el anuncio del mandatario y agregó que las autoridades permitirán el libre tránsito por la frontera del pueblo Wayúu, el cual habita en la zona. El vicepresidente informó, además, la aprobación por parte del Jefe de Estado de recursos para atender a la población que vive en la frontera, que incluye la construcción de la sede de una banca pública.
En el estado de Táchira ya había 5000 militares desplegados en zonas de seguridad desde mediados de agosto, cuando se inició el cierre unilateral de la frontera por orden de Maduro. Caracas tomó la decisión de ese primer cierre tras un ataque a militares venezolanos durante una operación anticontrabando, que el mandatario atribuyó a paramilitares colombianos.
El conflicto bilateral escaló cuando ambas cancillerías llamaron a consultas a sus embajadores en medio de acusaciones de violaciones de los derechos humanos de los inmigrantes colombianos afectados (ver aparte).
Colombia y Venezuela comparten una porosa frontera de 2219 kilómetros, en la que denuncian la actividad de grupos irregulares que lucran con el contrabando de combustible y otros productos altamente subsidiados por el gobierno venezolano. Según estimaciones de la ONU divulgadas ayer, unos 20.000 colombianos se han visto afectados por la actual crisis fronteriza con Venezuela, entre los que se cuentan 1467 deportados y más de 18.000 que han huido por temor a ser expulsados.
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