Viernes, 4 de diciembre de 2015 | Hoy
EL MUNDO › OPINION
Por Alfredo Serrano Mancilla *
Por primera vez estoy plenamente de acuerdo con el título de un artículo de opinión aparecido en El País de España, “Venezuela grita libertad”. Esta es la demanda firmada por Mariano Rajoy (presidente del Gobierno de España), David Cameron (primer ministro del Reino Unido), Thorbjorn Jagland (secretario general del Consejo de Europa), Felipe González (ex presidente español) y Ricardo Lagos (ex presidente chileno). Los cinco, autoproclamados garantes de la democracia, reivindican el valor de la libertad en Venezuela de cara a las elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre. Se agradece la preocupación de la mal llamada comunidad internacional para que Venezuela vote en plena libertad.
Sin embargo, esta opinión VIP (Very Important Person) presenta demasiados errores, descuidos u omisiones como para ser tenida en cuenta. He aquí algunos ejemplos.
1. El artículo hace mención especial al pensamiento político demócrata de Montesquieu en relación con la división de poderes. Por un lado, sorprende que personalidades como Rajoy o González den ejemplo de división de poderes cuando jamás han permitido un Tribunal Constitucional que no haya sido elegido por los partidos que ambos representan. Además, también llama la atención que no hayan considerado –ni de pasada– que en Venezuela, bajo la nueva Constitución, hay un poder electoral propio, independiente de ningún ministerio no como sucede en España. Tampoco se dice nada acerca de que uno de los tres rectores del órgano electoral venezolano, Luis Emilio Rondón, es abiertamente opositor tal como lo ha demostrado en infinitas ocasiones.
2. El grupo VIP sigue empecinado en recordar el artículo 9 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado”. Cierto es, y así debe ser cumplido. Pero ocultan que en Venezuela el señor Leopoldo López es detenido y está preso no de manera arbitraria, sino por ser responsable de instigar un derrocamiento contra un gobierno constitucional que acabó con más de 40 muertes.
3. El artículo VIP continúa tapándose los ojos afirmando que “las manifestaciones que se iniciaron en febrero de 2014 fueron pacíficas”. Más que ceguera, a estas alturas, podríamos hablar de mentira. ¿Cómo pueden pronunciar el término “pacífico” luego de haber habido tantas muertes?
4. Siguen erre que erre con su visión colonizadora. No logran entender que el cambio de época en América latina ha traído consigo un sentimiento de soberanía que es incompatible con la presencia de los observadores internacionales independientes propuestos por la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea. ¿Es que los Estados Unidos (OEA) y la Unión Europea (UE) permiten a los países latinoamericanos ser notarios de elecciones en sus propios territorios? No. Como debe ser. La recuperación de la soberanía implica precisamente eso: tratarse de igual a igual, de tú a tú, sin supremacía de un bloque geopolítico sobre otro. Es por ello que Venezuela acepta que sea la Unasur, y no la OEA ni la UE, quien tenga la misión de acompañamiento electoral. Esto, obviamente, no se menciona en ningún lugar de este reclamo VIP.
En definitiva, desde afuera de la región latinoamericana, se sigue comprendiendo poco o muy poco lo que pasa adentro. El caso venezolano, por su gran transformación, es seguramente el país más desconocido desde los centros hegemónicos de poder. Todavía creen que los venezolanos votan leyendo la prensa extranjera. Venezuela, desde hace años, grita libertad para votar según sus propias valoraciones, sus símbolos, su nueva identidad política. El club VIP del orden dominante internacional no logra entender que el tiempo de “vuelven las carabelas” ya es tiempo pasado. A partir de ahí, veremos qué sucede el próximo domingo donde está en juego el futuro de Venezuela en esta América latina en disputa.
* Director de Celag, doctor en Economía.
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