EL MUNDO › EVENTUAL EXPULSION DE 3 PETISTAS
Lula y los de afuera
Por Juan Arias*
Desde Río de Janeiro
No le va a ser tan fácil al Partido de los Trabajadores (PT), fundado por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expulsar a los cuatro diputados díscolos que votaron contra el proyecto de la reforma de la Seguridad Social. Los diputados están recibiendo el apoyo de intelectuales europeos y estadounidenses, sobre todo de laboristas británicos, a través de un manifiesto encabezado por el lingüista de EE.UU., Noam Chomsky, al que se han sumado cerca de mil personalidades, entre ellas el cineasta Ken Loach. La expulsión de los cuatro diputados petistas: Heloisa Helena, Joao Batista de Araujo, Joao Fontes y Luciana Genro (hija del actual ministro Tarso Genro, mítico alcalde de Porto Alegre e ideólogo del Foro Social Mundial, en oposición al Foro Económico de Davos) está prevista para los días 13 y 14 próximos en la reunión del la Dirección Nacional del PT.
El manifiesto comienza diciendo: “Los firmantes, al igual que millones en todo el mundo, compartimos de la alegría del pueblo brasileño el pasado año, cuando Lula fue elegido presidente de Brasil” y añade: “Nos parece muy grave que la dirección del PT esté estudiando el castigo drástico contra los que continúan defendiendo las políticas tradicionales del PT”.
El comunicado da a entender que el PT había despertado en el mundo la esperanza de millones de trabajadores de una alternativa al neoliberalismo. Y afirma que la expulsión de los diputados “que no tienen una postura insurrecional” sugeriría al mundo “que el PT ha perdido su orgullosa tradición de democracia, de pluralismo y de tolerancia”.
En Brasil, tanto dentro del PT, como fuera, ha habido varias tentativas de convencer a Lula para que no expulse a los diputados. Entre ellos el vicepresidente de la república, el empresario Jose Alencar, del Partido Liberal, y el senador del PT, Eduardo Suplicy, figura eminente del partido. Pero ayer mismo el presidente del PT, Jose Genoino, dejó claro que la opinión de los intelectuales del Foro de Porto Alegre no tiene importancia y que “ningún manifiesto funcionará para evitar la expulsión de los diputados”. Lula aún no ha dicho su última palabra.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.