Los 68 miembros del anticapitalista Candidatura de Unidad Popular (CUP) decidirán hoy en Barcelona si permiten que Artur Mas sea investido y continúe pilotando el gobierno y el proceso independentista. De rechazar la elección de Mas, forzarán la celebración de unas nuevas elecciones catalanas en marzo.

Los 68 miembros del Consejo Político de la CUP y del Grupo de Acción Parlamentaria (GAP) deberán decidir entre dos escenarios en un pleno de investidura del Parlamento: si dan dos votos y ocho abstenciones a Mas para ser investido o si, por el contrario, le dan cinco votos a favor y cinco en contra (o diez abstenciones), lo que en la práctica supondría rechazarle. La reunión de la que depende el rumbo que tome la política catalana en los próximos meses y que también influirán en el panorama político español está convocada para las diez de la mañana en el Centro Cívico Joan Oliver Pere Quart de Barcelona y una hora después de que finalice, la dirección de la CUP ofrecerá una rueda de prensa.

En la reunión de hoy ganará la opción que obtenga la mayoría absoluta en un máximo de tres rondas, y la formación prometió que encontrará el mecanismo para dar una respuesta aunque se repita el empate que se vivió en la asamblea nacional de hace una semana (1515 votos a favor de Mas y otros tanto en contra).

Los militantes de la CUP celebraron 155 asambleas locales y 13 territoriales para debatir la cuestión y para hacer llegar sus opiniones para que sean tenidas en cuenta en el Consejo Político, donde no tendrán voto los diez diputados del Parlamento.

Si la CUP decide apoyar a Mas, el Parlamento decidió reservar los días 4, 5 y 7 de enero para celebrar el pleno de investidura y, si el partido lo rechaza, el Congreso se disolverá automáticamente el 10 de enero y se deberán convocar de nuevo elecciones. La coalición electoral independentista Juntos Por el Sí tiene asumido que, si los anticapitalistas se oponen a la investidura de Mas, no hay tiempo suficiente para buscar otro aliado antes del 10, ya que el resto de los partidos del hemiciclo ya pidieron que no se cuente con ellos.

Si hay que convocar a nuevas elecciones serían los cuartos comicios autonómicos desde 2010, y también supondría un fuerte revés para el proceso soberanista, que ya vio en las elecciones generales como disminuía el apoyo a los partidos independentistas.

Las asambleas territoriales de la CUP, que se reunieron ayer para debatir la posición con respecto a la investidura de Mas como presidente catalán y trasladarla al Consejo Político, volvieron a reflejar la división interna que existe en esta formación política. Las asambleas territoriales de la CUP, trece en total si se incluyen las de Valencia e Islas Baleares, se reunieron para posicionarse en torno a dos alternativas: la del “sí” al acuerdo con Juntos por el Sí y a la investidura de su candidato a la presidencia, y la del “no”, que muy probablemente comporta el final de la legislatura y unas elecciones anticipadas en marzo en Cataluña. Después del empate producido en la Asamblea Nacional del pasado día 27 en Sabadell (Barcelona) entre ambas posturas, las asambleas territoriales volvieron a reflejar la profunda división que interna que hay en la CUP, aunque el “sí” gana posiciones con respecto a las que se celebraron anteriormente.

Según fuentes de la CUP, en la asamblea territorial de Barcelona, que tuvo lugar en el mismo sitio que fue elegido para la reunión del Consejo Político, el resultado sigue siendo rotundamente favorable al “no” (un 80 por ciento) frente al “sí” (un 20 por ciento), pero este panorama era previsible puesto que en esta territorial el sector más contrario a favorecer la investidura, Endavant, dispone de una amplia mayoría. En las asambleas territoriales del Pendés y Camp de Tarragona, la fórmula de facilitar la investidura, que se traduciría en que dos diputados voten a favor a favor y los otros ocho se abstengan contó sólo con un 40 por ciento de los votos de los militantes y un 60 por ciento en contra.

Por el contrario, en las asambleas de Maresme, nororiental (comarcas de Girona), y Alt Ter los apoyos al “sí” y al “no” quedaron distribuidos en partes iguales, aunque la posición favorable a facilitar la investidura gana adeptos. El resultado de estas asambleas, así como las de las 155 locales celebradas entre el 29 y el 31 de diciembre, no es vinculante para la decisiva reunión de hoy, aunque sí se remiten las actas con las votaciones para su consideración.

Del resultado de la votación final depende, no solo la convocatoria de elecciones en Cataluña, que serían las cuartas desde 2010, sino también el futuro del proceso independentista en Cataluña y el equilibrio interno en la CUP.

Según señala el periódico español El País, después del éxito del partido izquierdista Podemos en Cataluña, en las últimas elecciones generales, con la candidatura de En Comú Podem auspiciada por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, surgieron ya las voces que claman por una alianza con el sector de la CUP contrario a la investidura de Mas para formar una gran coalición en los próximos comicios autonómicos.