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Es el único detenido y le costará caro. El secretario de Justicia norteamericano, John Ashcroft, confirmó ayer que Estados Unidos pedirá la pena de muerte para el ciudadano francés de origen marroquí Zacarías Moussaoaoui, a quien se juzgará en octubre por su supuesta vinculación con los atentados del 11 de setiembre, a pesar de que Moussaoaoui ya se encontraba preso en esa fecha. Por su parte, el canciller francés Hubert Védrine declaró que “Francia lamenta la decisión”.
“Hemos analizado los atenuantes y los agravantes del accionar del acusado y hemos llegado a la conclusión de que los factores agravantes en este caso fueron más importantes y por ello hemos instruido a la fiscalía para que pida la pena de muerte”, confirmó Ashcroft. Según los investigadores federales, Moussaoaoui –que fue detenido un mes antes de los ataques del 11 de setiembre– debió formar parte de los comandos terroristas que tomaron el control de los aviones secuestrados el 11 de setiembre. Moussaoaoui, de 33 años, nacido en Saint Jean de Luz (suroeste de Francia), había sido detenido el 16 agosto en Estados Unidos por permanencia ilegal y se encontraba en la cárcel en el momento de los ataques. Sin embargo, el acta de acusación en su contra destaca que su recorrido es extrañamente similar al de los 19 aeropiratas que perpetraron los atentados contra las torres de World Trade Center y el Pentágono. Entre los delitos que se le atribuyen están el de conspiración para cometer actos terroristas, para destruir aviones y para usar armas de destrucción masiva, así como piratería aérea.
Por su parte, Védrine señaló: “Esa decisión, que lamentamos, se produce en el momento en que se estaban efectuando consultas conforme al tratado franco-estadounidense de ayuda mutua penal de 1998 para determinar las condiciones en las que esa colaboración, se pondrá en marcha”.