SOCIEDAD › MAS DE UN MILLON DE TURISTAS EN UNA SEMANA SANTA QUE BATIO RECORD
Un espejismo en medio de la crisis
“La mejor Semana Santa de la década”: así la calificó el secretario de Turismo Daniel Scioli. En la autopista a La Plata, la cantidad de vehículos rompió todas las marcas. Los pasajes de avión, micro y ferry se agotaron. El boom de los extranjeros.
Por Mariana Carbajal
Entre tanta malaria, al menos el sector turístico tiene motivos para festejar. Con el inicio del larguísimo fin de semana miles de turistas se desplazaron hacia los principales centros de vacaciones del país. “Como en las mejores épocas”, describió un operador marplatense, sin entender el fenómeno en medio de la peor crisis económica de la última década. Rutas colmadas, estaciones de peaje atestadas de vehículos, pasajes de micro, avión y ferry agotados y hoteles repletos fueron ayer imágenes repetidas en Mar del Plata, Carlos Paz, Bariloche, Iguazú, Ushuauaia, Río Gallegos, Salta, Mendoza y los balnearios de la costa bonaerense. En algunos lugares, incluso, el aluvión de visitantes obligó a las autoridades locales a pedir casas particulares para ofrecer alojamiento. El movimiento turístico se vio reforzado por la llegada de una cantidad inusitada de extranjeros, atraídos por el cambio monetario favorable (ver aparte). “Es un éxito todo lo que está sucediendo. Será una Semana Santa record, la mejor de la última década, que va a superar holgadamente el millón de turistas, con un movimiento de dinero estimado en 900 millones de pesos”, celebró el secretario de Turismo de la Nación, Daniel Scioli, en diálogo con Página/12.
Scioli adjudicó el record turístico a una combinación de factores: “gente que viene del exterior”, “familias que no se tomaron vacaciones en el verano” por la debacle económica y “ofertas para todos los presupuestos”. Según el funcionario, puede llegar a un millón y medio la cantidad de visitantes en todo el país.
El movimiento turístico comenzó temprano. Los micros desde la Terminal de Retiro, los aviones desde el Aeroparque Jorge Newbery, y los servicios de navegación de Buquebús y Ferry Líneas partieron desde Buenos Aires con su capacidad totalmente completa hacia los diferentes destinos.
Una muestra del éxodo fue la autopista Buenos Aires-La Plata, que ayer registró un record de tránsito, con más de 20.000 vehículos, contra una marca máxima anterior de entre 16.000 y 17.000. Por la mañana, el peaje de Hudson se vio desbordado, lo que generó largas esperas y mucha bronca entre los automovilistas. “Estoy hace casi dos horas a metros del peaje en una cola de unos diez kilómetros, y no podemos lograr que liberen el paso para acelerar la circulación. Esto es una locura”, contó indignado Carlos Nis, uno de los automovilistas atascados. A esa altura, lo único que se escuchaba era un tronar de bocinas, mientras la gente agitaba pañuelos y repasadores por las ventanillas para protestar. La actitud de Covisur, la empresa concesionaria, ofuscó al secretario de Turismo: “Debieron haber levantado las barreras y permitido el paso de los automóviles”, opinó Scioli, temprano, desde Salta. Finalmente, la avalancha de vehículos con destino a Mar del Plata y otras ciudades de la costa obligó a Covisur a levantar por momentos las barreras del peaje, sin cobrar. No obstante, al salir de las cabinas, se formaban otra vez filas kilométricas de autos que avanzaban a paso de hombre. Ante semejante panorama, muchos prefirieron estacionarse junto a la banquina para esperar a que aflojara el atascamiento.
Más adelante, a la altura del peaje de Samborombón, ya en la autovía 2, pasaban hasta 3000 automóviles por hora y, entre 6 y las 15 habían circulado por ese punto unos 22.000 vehículos, y se estimaba que a la noche la cantidad de vehículos superaría la del Jueves Santo del año pasado. En Mar del Plata se esperaba la llegada de 140.000 turistas. No sólo por vía terrestre. También la estación ferroviaria estaba colmada y los vuelos al aeropuerto llegaban completos. El director del Ente Municipal de Turismo, Carlos Piglia, aseguró que “el nivel de reserva en hoteles céntricos de 3 y 4 estrellas es muy alto y en los hoteles de 5 estrellas el nivel de ocupación es total”. En el territorio bonaerense se esperaban 700.000 turistas. “Este fin de semana es un verdadero éxito y es mejor que el del año pasado”, celebró Carlos Becerra, vocero de Puente Carretero, un pool de empresa de ómnibus que van a la costa atlántica.
En Bariloche, la afluencia masiva de turistas desde temprano también confirmaba los pronósticos de un 90 por ciento de ocupación hotelera, que trepó al lleno total en el segmento de bungalows. Entre los autos visitantes, se destacaban las patentes blancas de los chilenos que desde principios de mes aprovechan el cambio monetario favorable y copan calles, comercios y hoteles de la ciudad rionegrina. Justamente en Mendoza, entre el miércoles y ayer arribaron en micros y autos particulares 6500 chilenos. Para ofrecer más lugar –porque los hoteles estaban repletos–, tuvieron que apelar a departamentos y casas de familia. La misma situación se vivió en Carlos Paz, en las ciudades jujeñas de Humahuaca y Tilcara, y en la provincia de San Luis, donde los gobiernos locales abrieron listados para que vecinos e inmobiliarias sumen sus casas a la oferta de alquileres para los turistas. En la ciudad de Córdoba y las localidades serranas se esperaban entre 400 mil y medio millón de visitantes y en San Luis, las 11.000 plazas hoteleras estaban ayer casi cubiertas, igual que los hospedajes de Salta y el norte de Jujuy.