EL MUNDO › EE.UU. DELEGA EN NEGROPONTE UNA “TAREA DIFICIL” PARA IRAK
La misión que se le complica a Bush
El nuevo Ejecutivo español dijo que el proceso de retiro de tropas “ya empezó” . Obliga a un reacomodamiento de la coalición.
El gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero anunció que la retirada de sus tropas desplegadas en Irak “se ha iniciado y se va a culminar con rapidez”. El flamante titular de Defensa, José Bono, señaló que el nuevo gobierno de España quiere contribuir “al orden mundial sin servilismos”. En sí, el nuevo gobierno reiteró su intención de cooperar en la lucha internacional contra el terrorismo y confió en mantener sus buenas relaciones con Estados Unidos (ver reportaje pág. 20). Por su parte, el presidente estadounidense George W. Bush lamentó la “repentina decisión” del nuevo Ejecutivo español, mientras los países de Centroamérica reexaminaron si retirarán sus tropas –El Salvador y República Dominicana anunciaron que mantendrán sus efectivos pero Honduras vaciló–. Bush nombró ayer al actual embajador de su país ante la ONU, John Negroponte (un “halcón” durante la Guerra Fría) como embajador en Irak a partir del traspaso de poder político del 30 de junio y reemplazará a efectos prácticos al administrador de EE.UU. en Irak, Paul Bremer.
Negroponte, de 64 años, estará al frente de una “superembajada” estadounidense en Bagdad, que contará con al menos 3000 empleados, lo que la hará la mayor del mundo. Bush calificó su misión como “muy difícil”, pero afirmó que “no hay duda de que puede hacerlo”. Estados Unidos seguirá ocupándose de la seguridad en el país tras la entrega del poder. En la primera conversación telefónica entre ambos mandatarios, Bush le pidió a Zapatero que la retirada “se produzca de manera coordinada para que no se ponga en peligro a otras fuerzas de la coalición”, informó el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan. El canciller español, Miguel Angel Moratinos, se reunirá mañana en Washington con la consejera de Seguridad Nacional de Bush, Condoleezza Rice y con el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, con quien hablará sobre la situación en Irak y la retirada del contingente español.
Esta última fue evaluada por el presidente de la Unión Europea, el italiano Prodi, quien señaló: “La posición española se debe leer como una fuerte presión para acelerar la solución de estos problemas en un período de tiempo breve”. También sostuvo que ésta “es una posición clarísima y compartida”. Sin embargo, agregó que una solución para la situación iraquí es “todavía lejana”. “Es necesario que la ONU asuma un control político y militar de la situación y no es un pasaje fácil”, dijo el presidente del Ejecutivo de la UE. El presidente de Polonia, Aleksander Kwasniewski, declaró que la decisión de Madrid complicará la situación de Polonia, pero señaló que España ha ejercido un derecho soberano. El presidente polaco añadió que, pese a ello, Polonia no abandonará Irak. El ministro de Relaciones Exteriores italiano Franco Frattini afirmó que la retirada “no plantea problemas a Italia”, que cuenta con casi 3000 hombres desplegados en ese país. Pero el primer ministro australiano, John Howard, criticó la decisión de España de retirar sus tropas al tiempo que indicó que esto no tendría ninguna influencia sobre la participación militar de Australia en ese país. La decisión “es mala y va a alentar las insurrecciones al tiempo de provocar nuevos derramamientos de sangre”, estimó Howard.
En opinión del ministro Bono, la decisión de Zapatero “fortalece la democracia”, al basarse en un compromiso con “los españoles y con la paz”, justificado en que la guerra no contó con la legitimidad de la ONU y se basó en causas “rematadamente falsas”, como la existencia de armas de destrucción masiva. Sobre el futuro de los efectivos latinoamericanos que integran la Brigada Plus Ultra, bajo mando español, Bono indicó que se trata de “una decisión soberana de esos países” y que Zapatero habló ayer con sus autoridades para comunicarles su decisión.
Entonces, los países de América Central comenzaron a reexaminar si mantienen sus fuerzas en la alianza que encabeza Estados Unidos. Honduras inició una “evaluación urgente” sobre su permanencia en Irak. El Departamento de Estado estadounidense reclamó una “clarificación” a este país sobre si mantiene o no sus tropas, según informó el portavoz, Richard Boucher: “Se dijo que Honduras ha sido afectado por la decisión española.Vamos a buscar una clarificación”. Admitió que “quizás otros países van a decidir” lo mismo que España. El presidente dominicano Hipólito Mejía anticipó que no retirará a sus tropas hasta julio y el gobierno de El Salvador –donde la oposición de izquierda reclama el regreso de las tropas– manifestó que las tropas permanecerán en Irak. Nicaragua ya había desestimado enviar un segundo contingente para reemplazar a sus 115 soldados, que regresaron en marzo, a falta de financiamiento externo para costear la misión.