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La policía británica continuó con una serie de redadas en zonas residenciales en Londres, Hertfordshire, Luton y Blackburn, tras los arrestos el martes por la noche de 13 “sospechosos de participar en actos terroristas”. Ayer recuperó la libertad uno de los detenidos y representantes de la Comisión Islámica de los Derechos Humanos alertaron que la mayoría de estos “espectaculares” operativos terminan en la nada.
El presidente de la comisión, Massoud Shadjareh, subrayó que había una sospechosa coincidencia entre estas redadas y la polémica elevación del estado de alerta de Estados Unidos. “Esta coincidencia es irritante, especialmente cuando afecta a mucha gente común y corriente. Se está promoviendo un estado de creciente islamofobia”, señaló Shadjareh.
Según estadísticas del Ministerio del Interior británico, sólo 14 de los 562 arrestados fueron hallados culpables desde que entró en vigor la Ley Antiterrorista en septiembre de 2001. Ayer el ministerio defendió la necesidad de guardar un estado de alerta señalando que la posibilidad de un atentado de Al-Qaida era “real y seria”.
En medio de los rumores que circularon esta semana sobre un posible atentado, la oposición conservadora ha solicitado al gobierno que dé más detalles sobre la amenaza terrorista. “Es asombroso que tengamos más información de la situación de seguridad nuestra a través de la prensa estadounidense. El primer ministro tiene que dejar en claro qué tipo de amenaza enfrentamos”, señaló el “ministro del Interior en la sombra” de los conservadores, David Davis. El martes, el matutino The Times publicó que el gobierno estaba considerando la posibilidad de colocar vallas electrificadas alrededor del Big Ben. Estas vallas completarían las medidas de seguridad en torno de la Cámara de los Comunes y podrían ser reforzadas con una diversificación del tránsito en prevención a un atentado con coche bomba.
En medio de este clima, los diferentes grupos islámicos insisten en que todo es parte de una gran charada política. En Estados Unidos de cara a las elecciones de noviembre, en Gran Bretaña para ganar el apoyo fácil de los sectores populares. Un imán del Consejo de Mezquitas de Luton, Yasih Rehman, señaló que en marzo hubo redadas similares y nada ocurrió.