EL PAíS
La interna del macrismo, una disputa sin código
El sector que quiere sancionar como contraventores a los menores de hasta 16 años hizo caer el acuerdo que permitía aprobar una versión morigerada del Código impulsado por Macri.
Por Eduardo Videla
La insistencia de un sector del macrismo con la idea de penalizar a los menores de hasta 16 años rompió el acuerdo que había alcanzado ese sector con otros dos bloques de la Legislatura porteña para votar el Código Contravencional: después de cuatro horas de debate no fue tratado ninguno de los artículos de la norma, sancionada en general hace un mes y que ahora puede pasar a mejor vida. Es que cada artículo del proyecto fogoneado desde febrero por el macrismo debe ser aprobado por lo menos por 31 de los 60 diputados del cuerpo, un número que, para los puntos más controvertidos, hoy es imposible conseguir. Por lo pronto, el tratamiento del proyecto pasó para el miércoles 19 de este mes. Aunque no hubo incidentes, la pelea dejó heridos entre los diputados que pilotearon la negociación. Y aunque se controló al máximo el ingreso de invitados, no faltó lugar para el escándalo: cuando la sesión estaba al borde del naufragio por falta de diputados, el diputado socialista Roy Cortina ingresó al recinto con un escribano para dejar constancia de la falta de quórum; pero el vicepresidente primero del cuerpo, Santiago de Estrada, lo contó como el número 31 y dio por comenzada la sesión.
El acuerdo había sido anunciado con bombos y platillos un día antes del debate por los diputados Helio Rebot y Paula Bertol (Compromiso para el Cambio), Francisco Talento y Silvia La Ruffa (Frente para la Victoria, kirchneristas) y Julio De Giovanni (Partido de la Ciudad, aliado del jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra), todos integrantes de la Comisión de Justicia. El consenso, expresado por escrito, dejaba la edad mínima de punibilidad en los 18 años, como en el código vigente. Para conformar a los sectores duros, la complicada ingeniería había diseñado una cláusula transitoria que mantenía la edad de 18 años hasta tanto se sancionara un régimen contravencional, no punitivo, para los menores.
Lo cierto es que ese acuerdo ya estaba roto ayer por la mañana: los macristas duros, alineados en el sector “Nogaró”, anunciaron que mantendrían su criterio de bajar la edad de imputabilidad. Conocida esta posición, que hacía caer el acuerdo, los seis kirchneristas capitaneados por Talento y La Ruffa se negaron a dar quórum.
La sesión había sido convocada para las 13. Desde esa hora aguardaban en la barra unas 30 personas, en su mayoría militantes del macrismo. “Adónde está, que no se ve, el kirchnerismo y su ballet”, reclamaban por los ausentes.
El timbre seguía sonando en vano, a las 16.30, cuando los diputados Cortina y Ariel Schifrin llegaron con un escribano, para constatar que ya había pasado el tiempo reglamentario sin quórum. Pero cuando ingresó el socialista, aunque no se sentó en su banca, De Estrada lo computó como presente. Y rápidamente dio por comenzada la sesión. Recién entonces, bajaron los diputados kirchneristas y la ibarrista Laura Moresi, del Frente Grande.
Mientras tanto, afuera, Schifrin, Fernando Melillo (ARI) y María Eugenia Estenssoro (ex bullrichista) denunciaban que la sesión era nula y anunciaron que hoy formularán una presentación judicial, a la que se sumará Vilma Ibarra.
Adentro, el quórum ya era lo de menos: la falta de acuerdo en el punto de la imputabilidad no permitía empezar siquiera a debatir los artículos más inocuos del código. “Allá ellos los que no respetan la palabra empeñada”, reprochó Talento, decepcionado, antes de pedir un cuarto intermedio de media hora. Eran las 17 y a esa hora lo único que faltaba saber era con qué fórmula los diputados cerrarían la frustrada sesión.
El paréntesis se prolongó durante más de dos horas, con reuniones de bloques e interbloques. En el macrismo, la sangre llegó al río y los dos diputados que condujeron la negociación quedaron desautorizados.
“Prefieren que se caiga el código antes que ceder en la edad de imputabilidad”, dijo a este diario uno de los diputados macristas que estaba a favor del acuerdo, en alusión a sus compañeros de bloque. Los duros sabían que así como ellos no tenían los 31 votos para imponer el mínimo de 16 años, la otra posición tampoco podía, sola, mantener los 18 años. “Son facturas de la interna macrista”, resumían diputados de los diferentes bloques.
Cuando se reanudó la sesión, pasadas las 19, fue el momento de la catarsis. “En la campaña electoral prometimos lo de los 16 años y lo vamos a mantener a capa y espada”, dijo el macrista Jorge Mercado, alineado con los duros. El jefe del bloque kirchnerista, Diego Kravetz, anunció: “Nos vamos a retirar hasta tanto el macrismo venga con interlocutores válidos”. Y su bloque se fue del recinto.
“Solamente los necios persisten en el error”, dijo Rebot, en alusión a los compañeros de bloque que lo habían desairado. Y calificó la sesión como “un papelón institucional”.
Después del fracaso, el futuro del código es una incógnita. Talento aseguró que el propio Santiago de Estrada, principal referente del macrismo y alineado con los “Nogaró”, se había comprometido con el consenso. “Puede ser que hayan entendido mal”, dijo anoche De Estrada a Página/12.
“En lugar de sancionar un nuevo código derogando el anterior, habría que haber reformado el actual en los puntos en los que hay consenso”, dijo la ibarrista Laura Moresi. Esa es una de las hipótesis que manejan los diputados que están empeñados en modificar el código. El debate parece volver a fojas cero.