EL MUNDO
Un ex general elegido para la lucha antiterrorista
Los datos preliminares de la segunda vuelta en Indonesia daban a Susilo Yudhoyono un 60 por ciento de votos frente a 40 por ciento de la saliente presidenta Megawati Sukarnoputri.
Por Georgina Higueras *
El ex general Susilo Yudhoyono se ha convertido en el primer líder elegido directamente en Indonesia, luego de que los primeros resultados del sondeo de boca de urna indicaran la derrota de la presidenta saliente, Megawati Sukarnoputri. La victoria de Susilo, ex ministro del Interior durante la dictadura de Suharto, será bien recibida por Estados Unidos y los países occidentales que lo consideran un aliado confiable en la lucha contra el terrorismo en el país de mayor población musulmana del mundo.
“Doy gracias a Dios por estos resultados, al pueblo indonesio por otorgarme su confianza y a Megawati (Sukarnoputri, la presidenta saliente) por haber conducido esta nación por el camino de la democracia”, declaró anoche Yudhoyono. Los resultados provisionales concedían al ex general un 60% de los votos, frente al 40% que obtuvo su rival, inaugurando una nueva era para Indonesia, luego de tres años con Megawati, criticada por ser pasiva y remota. Susilo ha prometido recuperar la economía y eliminar la corrupción, mientras toma una postura más conciliatoria con los separatistas como Aceh. Aunque no se facilitaron cifras de participación, en medios periodísticos se aseguraba que fue algo menor que en julio, cuando se celebró la primera vuelta de las primeras elecciones presidenciales de la historia de Indonesia. De los 155 millones de indonesios convocados a las urnas, una buena parte acudió más por el desencanto con Megawati, que por la pasión con Yudhoyono.
La jornada electoral transcurrió sin incidentes, en medio de un impresionante despliegue policial por temor a atentados, como el del pasado día 9 contra la Embajada de Australia en Yakarta, que dejó nueve muertos y 150 heridos. Yudhoyono, de quien sus ayudantes y amigos dicen que es “un militar atípico que decide por consenso”, fue hasta marzo ministro del Interior lo que, unido a su historial castrense previo, aumenta su percepción de hombre fuerte. De 54 años e hijo de un teniente, Yudhoyono ascendió a general para pasar a la reserva al aceptar formar parte del gobierno del presidente Abdurrahman Wahid, en el 2000. Su fama de integridad le viene de haber dimitido tanto con Wahid como con Megawati cuando la corrupción y el nepotismo se cruzaron en su camino y se vio forzado a elegir entre irse o traicionar sus principios. Fuentes diplomáticas aseguran que los indonesios se sienten más incómodos con las pequeñas corrupciones nacidas al amparo de la gran corrupción, que con ésta, que empaña las altas esferas del poder, pero se palpa menos en la vida diaria.
Yudhoyono ha ganado las elecciones sin el respaldo de una gran estructura política. Sus defensores afirman que esto representa la esperanza de la población en un nuevo estilo de gobierno más limpio y más sencillo. Sus detractores apuntan que para gobernar y sacar las leyes adelante en el Parlamento no tendrá más remedio que pactar y negociar con los demás poderes. En vísperas de la jornada electoral, Megawati, de 57 años, que gobernó amparada por la esperanza de los indonesios en el cambio democrático, pidió a sus seguidores que aceptaran el resultado de las urnas. La elección ha reforzado la imagen de Indonesia como un país islámico moderado, donde la mayoría de la gente rechaza los ataques terroristas como el de la embajada. Los candidatos islámicos tuvieron escasa repercusión, y tanto Susilo como Megawati son nacionalistas seculares.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.